La información veraz, contrastada y oficial es crucial cuando se atraviesa una crisis sea del tipo que sea. Más si cabe, cuando lo que está en juego es la salud. Por ello, frenar la desinformación en torno al coronavirus de Wuhan en redes sociales debería ser una prioridad para las redes sociales más populares.
La oleada de bulos, manipulaciones y noticias falsas a cuenta del virus identificado como 2019-nCoV ha movilizado a organizaciones de verificación como la International Fact-Checking Network para desmentir las falsedades y plataformas como Twitter, Facebook o Google aseguran estar luchando una vez más contra medias verdades o falsedades directas de una pandemia digital de lo que es una epidemia y amenaza con convertirse en una severa preocupación global.
La pandemia digital: un segundo frente
Con resultados desiguales, medidas discutibles y mucha propaganda, las redes y plataformas sociales llevan años luchando contra las noticias falsas. Solamente hace tres años, cuando el fenómeno de la desinformación comenzaba a despegar especialmente tras los reveses sufridos por Facebook, más de una veintena de grandes tecnológicas se unían para combatir las falsedades invirtiendo unos cuantos millones de dólares.
Este tipo de batallas se han librado sobre todo tipo de asuntos, pero especialmente en los que afectan a la salud pública, con las vacunas como epicentro de las preocupaciones de las autoridades sanitarias mundiales.
Estos días, con la rápida propagación del coronavirus en China, la muerte de más de un centenar de enfermos y la aparición de personas contagiadas en prácticamente todos los continentes del planeta, los gigantes tecnológicos enfrentan un reto mayúsculo. La complicada tarea de poner a prueba su capacidad para controlar el contenido que atenta contra sus reglas y que puede poner en peligro la salud pública.
Entre el 24 y el 17 de enero, Axios reportaba que cerca de 13.000 publicaciones en Twitter, página públicas de Facebook y Reddit habían propagado teorías de la conspiración sobre el virus, apuntando que podría tratarse de una arma biológica o un método de despoblación. Otras plataformas, como YouTube, alojan cuestionables vídeos sobre el coronavirus que acumulan millones de visualizaciones. Y los números de publicaciones a combatir día a día siguen creciendo. ¿Qué se hace contra todo este contenido?
La otra (ineficaz) lucha contra el coronavirus
Twitter ha sido una de las primeras compañías en enfrentar la desinformación en torno al coronavirus y explicar las medidas que ha tomado. Su objetivo, explican, es "sacar a la luz la información correcta, promover el compromiso constructivo y destacar la información creíble sobre este tema emergente" que ha provocado durante el último mes la publicación de más de 15 millones de tuits.
La principal medida implementada por Twitter es la de asegurar que cuando se lleva a cabo una búsqueda relacionada con el virus surgido en la región china de Wuhan la primera información con la que se encuentren los usuarios sea creíble y autorizada en países como Australia, Brasil, Canadá, Hong Kong, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Filipinas, Singapur, Corea del Sur, Taiwán, Tailandia, Estados Unidos, Reino Unido, Vietnam o España. Aunque se extenderá a otros si es necesario.
La información, en concreto, llega mediante un pequeño aviso que invita a conocer los hechos y adjunta un enlace a una página web con más información. En el caso de España, se trata de un sitio del Ministerio de Sanidad en el que se ofrece información oficial sobre la enfermedad. Un hecho que no nos impide encontrar desinformación, sensacionalismo y contenidos que siembran la duda abonando el terreno del alarmismo con solo hacer scroll. Cifras de muertes que difieren de las oficiales o aseveraciones de neófitos en la materia, son solo algunos ejemplos.
Desde la compañía comandada por Jack Dorsey aseguran que pese a que no han detectado intentos coordinados destacables para difundir desinformación sobre este asuntos van a permanecer vigilantes.
Una medida similar a la tomada por Twitter la ha implementado la plataforma de vídeos de Google. Como puede observar cualquier usuario si busca coronavirus en el sitio web, YouTube muestra en primer lugar vídeos relacionados con la enfermedad procedentes de medios de comunicación reputados y confiables del país desde el que se está llevando a cabo la búsqueda. En España, por ejemplo, aparecen vídeos de El Mundo, La Vanguardia o la Agencia EFE.
Este intento por mantener informadas a las personas que buscan contenidos sobre el coronavirus, no termina de neutralizar la visualización de vídeos de cuestionable intención claramente destinados a causar alarmismo y, con él, inflar la cifra de espectadores. Pese a que logra rebajar su protagonismo de forma notable, algo que contrasta con el comportamiento que muestra Twitter, colocando tuits claramente alarmistas y conspiranoicos justo después del aviso que enlaza información inicial.
Llama la atención también que desde YouTube no se hayan implementado avisos similares a los que muestran en vídeos y búsquedas relacionadas con temas sobre los que existe numerosa desinformación o teorías conspirativas, como el cambio climático o la esfericidad de la tierra.
Facebook, por su parte, también asegura haber tomado cartas en el asunto tanto en la red social homónima como en Instagram. Tras proliferar durante el pasado fin de semana publicaciones tanto en esta red social como en otras sugiriendo que el Gobierno de Estados Unidos y las autoridades de otros países habían obtenido patentes del virus aparecido en China, los verificadores de datos externos de Facebook marcaron este tipo de mensajes como falsos.
Además de esto, Facebook ha explicado que ha bajado su rango en los feeds de los usuarios haciendo menos visibles las publicaciones. Una medida similar a la que llevan a cabo frente a otro tipo de noticias falsas o manipuladas.
Según asegura un portavoz de los de Menlo Park a Genbeta, se está reduciendo drásticamente la distribución de este contenido marcado como falso y "las personas que ven este contenido, tratan de compartirlo o ya lo han hecho, son alertadas de su falsedad". En Instagram, además, se restringirán las etiquetas que se utilicen para difundir bulos según han afirmado. Aunque no se añade ningún tipo de mensaje cuando se realiza una búsqueda sobre el tema, lo mismo que sucede en Facebook, algo que contrasta con lo dicho en su comunicado:
"Por ejemplo, ayudaremos a las personas a obtener información pertinente y actualizada de asociados a través de mensajes en la parte superior de News Feed en Facebook; estos se desplegarán sobre la base de la orientación de la OMS. Cuando la gente busque información relacionada con el virus en Facebook o acceda a una etiqueta relacionada en Instagram, aparecerá un mensaje emergente con información confiable".
Destaca que Facebook también ha asegurado expresamente que va a eliminar contenido que suponga un riesgo. "Comenzaremos a eliminar contenido con afirmaciones falsas o teorías de conspiración que han sido señaladas por las principales organizaciones mundiales de salud y las autoridades locales de salud que podrían causar daño a las personas que las creen", explica. Esta medida la enmarcan como una extensión de sus políticas al respecto de la eliminación de contenido que pueda causar daños físicos.
Pese a todo, basta llevar a cabo búsqueda en las plataformas más populares para percibir como, pese a los esfuerzos que dicen que están llevando a cabo, resulta demasiado fácil encontrar contenido alarmista que poco o nada ayuda a la gestión de una emergencia de salud pública de importancia internacional como la que en estos momentos atraviesa el planeta.