Seguro que en más de una ocasión habéis querido ver las imágenes que sube un determinado usuario a Instagram desde vuestro ordenador de escritorio y no habéis podido, puesto que hasta hace nada no existía una versión de los perfiles para navegador. Éstos sólo se podían consultar a través de la aplicación móvil (o aplicaciones de terceros, en las que no vamos a meternos). También era un problema cuando, por ejemplo, alguien quería ver las últimas fotos subidas por una marca.
Por eso no resulta extraño que desde Instagram anunciaran hace unos días los nuevos perfiles de escritorio, que se mostrarán a modo de mosaico y podrán consultarse desde cualquier navegador. ¿Significa esto que Instagram se está preparando para abandonar la exclusividad de las plataformas móviles? ¿Veremos pronto cómo añaden otras funcionalidades, como la posibilidad de enviar fotografías directamente desde el ordenador?
Respecto a esto, yo tengo sentimientos encontrados y no creo que terminen dando el salto a un modelo híbrido de móvil y ordenador. Por un lado, es normal que Instagram se abra a la web de escritorio. A fin de cuentas, y a pesar de que el uso de los dispositivos móviles con conexiones de datos está en auge, no todo el mundo tiene acceso a un smartphone. O, como hablábamos antes, puede haber casos de gente que quiera ver las fotos que suben otros usuarios sin necesidad de tener cuenta o recurrir a la aplicación para móviles.
Los peligros de la versión web
Sin embargo, no creo que sea casualidad el hecho de que Instagram todavía no permita subir imágenes desde el ordenador. Fundamentalmente le veo dos problemas:
Se eliminaría la parte de la experiencia personal del usuario: el compartir imágenes desde dispositivos móviles incita a la gente a subir sus propias fotografías y contar, en fotos con filtros, sus propias experiencias.
Demasiada libertad desde el ordenador: si pasamos a hablar de dispositivos de escritorio, ocurre todo lo contrario a lo que acabamos de comentar. Instagram correría el riesgo de convertirse en otra plataforma de alojamiento de imágenes más, eso sí, con filtros. También aparecerían otros problemas derivados (como las quejas por infracción de copyright, etc.)
En el caso de dar el salto de sólo aplicación móvil a aplicación móvil más versión web, Instagram podría ver cómo su plataforma y sus usuarios cambian sus hábitos de uso de manera espectacular. La diferencia en el tipo de contenido sería realmente importante. Y ya hemos visto en muchos casos cómo una decisión así, que altera tanto el contenido y el estilo, puede traer consecuencias negativas a largo plazo.
El gran desafío de Instagram
¿Cuál es el desafío al que se enfrenta Instagram? En primer lugar, conseguir la monetización de la plataforma. Al pertenecer a Facebook, puede que esto no sea una necesidad imperante ahora mismo, pero el salto a la web parece un paso previo a comenzar a plantearse esta opción. Sin embargo, no creo que éste sea su gran problema ahora mismo. ¿Conseguirán encontrar la manera de traducir a la versión de escritorio los valores y las bondades de su versión móvil sin arruinar el universo Instagram? Ésa parece ser, por ahora, la mayor dificultad.
En Genbeta Social Media | Instagram lleva los perfiles a la web