Desde los remotos tiempos del IRC, e incluso mucho antes, uno de los mayores problemas a los que se ha enfrentado el hombre a la hora de intentar ligar por Internet ha sido el de cerciorarse de si estaba hablando con la mujer de sus sueños o con algún graciosillo sin nada mejor que hacer que fingir ser una mujer y pasar un buen rato a costa de los demás.
¿Pero qué pasa cuando ninguno de los dos sabe que está hablando con otro hombre? Es lo que le ha pasado a las víctimas de un hacker que ha utilizado la API de Tinder para programar un filtro que creaba una falsa identidad femenina para poner en contacto a dos hombres de manera que ambos pensasen que estaban hablando con una mujer.
¿Cómo actuaríais vosotros al descubrir que esa atractiva mujer con la que habláis de repente dice que sería un padre sobreprotector? ¿O si cuando una chica con la que lleváis un rato hablando os pasa su Instagram y descubrís que está lleno de fotos de un hombre? Como veis en las capturas, este hack le ha dejado a algunos usuarios de Tinder unas cuantas situaciones que tardarán en olvidar.
La idea detrás del hack
El hacking en Tinder no es nada nuevo, y su API ya ha sido utilizada desde para facilitar las acciones a realizar después de tener un Match, hasta para crear chatbots con los que las empresas buscan establecer conversaciones con posibles nuevos clientes mientras estos creen que están hablando con una persona de verdad.
Tal y como leemos en The Verge, la idea de este hack le vino a su creador después de escuchar cómo algunas de sus amigas se quejaban del tipo de mensajes que algunos hombres les mandaban a través de Tinder, y pensó que una manera de concienciar a este tipo de personas podría ser darles a probar su propia medicina
Con su hack, el desarrollador no sólo ha demostrado las vulnerabilidades de Tinder, sino que ha puesto de manifiesto cómo la desesperación puede hacer que algunos hombres pasen por alto demasiados detalles, y cómo muchos de ellos pueden llegar a ponerse agresivos cuando no consiguen lo que quieren. Afortunadamente, también hay quienes se lo toman con humor con humor.
Vía | The Verge
Imagen | Denis Bocquet
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