Saber cuando hay que terminar una campaña de Social Media es algo casi tan importante como conocer el momento propicio para comenzarla. Aunque pueda parecer una tontería en realidad no lo es, ya que los tempos de publicación pueden afectar tanto positivamente como negativamente a la imagen de la marca con la que está relacionada la campaña. Hoy os queremos comentar un caso negativo, el de Barclays.
A finales de junio Barclays UK lanzó a través de Facebook una campaña que consistía en presentar a un personaje de ficción llamado Dan. Este serviría para que el banco, a lo largo de los días, fuera enseñando a sus clientes cómo pueden sacar el máximo partido a su dinero. La campaña estaba muy bien definida y, siendo sinceros, no era mala idea, ya que se acompañaban los consejos con fotos sacadas de Instagram y los consejos eran bastante acertados. ¿Qué ocurrió entonces? Barclays fue acusada de manipular el Libor en Estados Unidos. Y ahí es donde toda la campaña fue cuesta abajo.
La noticia de la acusación (os podéis informar más sobre ella en este enlace) cayó como un jarro de agua fría sobre la imagen del banco, y también lo hizo sobre su imagen en la red. El problema fue que la agencia que llevaba la campaña de Dan en Facebook siguió con ella varios días después del escándalo. ¿El resultado? Una avalancha de comentarios irónicos, sarcásticos y en contra del banco en todas las acciones que había, seguramente programadas, de la campaña.
¿Qué debería haber hecho la agencia? Lo más sensato habría sido retirar por completo la campaña, borrar todo rastro de ella en sus redes y comenzar una estrategia de mejora de imagen de todo el banco. Y es que aunque la campaña fue puesta en pausa días después, en la red el tiempo pasa demasiado deprisa y gracias a la campaña la imagen del banco se vio empeorada exponencialmente.
Más información | Página de Barclays UK
