"Como profesionales médicos, de enfermería y expertos sanitarios de todo el mundo, estamos aquí para hacer sonar la alarma", así comienza una carta que más de un centenar de sanitarios del planeta, entre ellos destacados profesionales como el virólogo Christian Drosten, cara visible de la lucha de Alemania contra el coronavirus, dirigen a las principales redes y plataformas sociales.
La petición, canalizada a través de la plataforma de movilización Avaaz, se dirige a los responsables de Facebook, Twitter, Google y Youtube, señala que ahora no solo nos enfrentamos a una crisis sanitaria global provocada por la pandemia del nuevo coronavirus. Hay otro peligro: "una infodemia global, con desinformación viral en redes sociales que pone en peligro vidas por todo el mundo". Algo de lo que también ha alertado la OMS recientemente.
El contenido desinformativo y falso "es parte de una plaga mundial"
"Historias que afirman que la cocaína es una cura o que China o EE. UU. desarrollaron el COVID-19 como arma biológica se han difundido más rápidamente que el virus mismo", dice el texto publicado que reconoce el trabajo de las empresa de tecnología para atajarlo, aunque subraya que "sus esfuerzos no son en absoluto suficientes".
"El tsunami de contenido desinformativo y falso sobre el coronavirus no es un brote aislado de desinformación, es parte de una plaga mundial. En Facebook, hemos visto afirmaciones como que el dióxido de cloro ayuda a las personas con autismo y cáncer, que la vacuna de la polio causó cáncer a millones de estadounidenses o que el TDAH fue 'inventado por las grandes farmacéuticas'. Y la lista sigue.
Estas mentiras importan porque promueven curas engañosas y alejan a la gente de las vacunas y de tratamientos efectivos. Y viajan lejos -- una publicación en Facebook que aseguraba que el jengibre era 10 mil veces más efectivo que la quimioterapia para combatir el cáncer tuvo casi 30 mil interacciones, entre 'me gusta', comentarios y reenvíos".
Con estos argumentos, los firmantes de este manifiesto hacen "un llamamiento a los gigantes de la tecnología para que tomen medidas sistémicas inmediatas para detener el flujo de desinformación sobre la salud, y se frene la crisis sanitaria que ha desatado". Porque, dicen, "trabajar en hospitales, clínicas y departamentos de salud pública por todo el mundo nos hace conocedores del impacto real de esta infodemia".
Para combatir esta problemática piden a las plataformas de redes sociales actuar urgentemente dando dos pasos. Primero, consideran que las plataformas deben rectificar la desinformación sobre temas de salud. Esto es, "alertar y notificar a cada persona que haya visto o interactuado con desinformación sobre la salud en sus plataformas, y compartir una corrección bien diseñada y verificada de forma independiente".
En segundo lugar, piden "desintoxicar los algoritmos que deciden lo que la gente ve". Es decir, que tanto las "mentiras dañinas" como las las páginas y los grupos que las comparten se vuelvan menos visibles para los usuarios. "Para salvar vidas y recobrar la confianza en la salud basada en la ciencia, los gigantes tecnológicos deben dejar de darle oxígeno a mentiras, calumnias y fantasías que nos ponen en peligro a todos", concluyen.
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