Parece que China está cambiando la estrategia para controlar el acceso a Internet de sus ciudadanos. Si hasta ahora, y desde 1998, utilizaba el Golden Shield, su gran Escudo Dorado, un gigante cortafuegos para controlar y ejecutar la censura bloqueando contenidos, ahora parece resultarle más rentable ralentizar los servicios de manera exasperante para acabar con la paciencia de los internautas. Así son ellos mismos los que deciden abandonar todo intento de conectarse a la red. A la que no esté controlada, por supuesto.
Hoy han aparecido noticias en algunos medios de comunicación que aseguraban que China ha bloqueado Google+, pero fuentes europeas instaladas en el país matizan y nos cuentan que sí puede accederse, pero que la “pérdida de paquetes” entre los enviados y los recibidos hace que la velocidad quede estrangulada y la carga de los sitios sea extremadamente lenta e inoperativa. Por ejemplo, para entrar en Gmail en China uno puede tardar entre cinco y diez minutos para pasar de la página de acceso a la bandeja de entrada.
De esta manera pretenden que el número de usuarios sea tan pequeño y disperso que no sea motivo de preocupación para las autoridades. Especialmente en un momento en el que las revoluciones vehiculizadas a través de Internet y las redes sociales han tenido los efectos que estamos viendo en los últimos meses en los países árabes y el sur de Europa.
La pregunta que surge es: si desde dentro del país ya han empezado a aflorar métodos para saltarse el bloqueo; Lo cual se realiza, por ejemplo, mediante la utilización de Virtual Private Networks (Red privada virtual o VPN) o también mediante la creación de contenidos en clave que logran burlar los filtros; y, por otro lado, la tecnología y la sociedad en red avanzan a un ritmo de vértigo, ¿Podrá el gobierno chino seguir oponiéndose mucho tiempo más a las presiones crecientes, internas y externas, de la realidad que está imperando a nivel global?
Vía | TechCrunch
Imagen | Greatfirewallofchina.org
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