Una cosa es lanzar un proyecto y que éste tenga éxito, pero otra es que el proyecto tenga demasiado éxito. Es lo que parece haber pasado con Steam Greenlight, la iniciativa de Valve en la que cualquier desarrollador sometía a los propios usuarios la decisión de si su juego podía venderse o no en Steam. Los candidatos han sido tantos que Valve ha decidido que todos los candidatos que quieran probar suerte con su juego tendrán que pagar cien dólares de ahora en adelante.
Puede sonar un tanto caradura, pero no es ni mucho menos lo que pensáis. No es que Valve haya decidido aprovecharse de la situación y empezar a cobrar cien dólares a todos los que quieran participar en la iniciativa, sino que esos cien dólares actúan como una barrera para que los candidatos que entren sean de personas que se toman la iniciativa en serio. Según representantes de Valve muchos juegos enviados son bromas, pornografía explícita, o creaciones de gente que no llega a entender del todo el propósito de Greenlight.
Por eso, los cien dólares íntegros que los desarrolladores pagan van derechitos a la fundación Child’s Play, que se dedica a entretener con videojuegos a niños hospitalizados. Valve no gana nada, y los internautas que no tengan intenciones de tomarse en serio preferirán gastarse esos cien dólares de otro modo. O si se los gastan, contribuirán a una buena causa. El problema viene cuando los desarrolladores independientes no tienen esos cien dólares, cosa por la que precisamente se ha creado Greenlight, para darles una oportunidad. Quizás rebajar esa cantidad de dinero requerida sea una buena idea.
Vía | The Next Web > Steam Community
Imagen | Victory of the people
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