Tras unos días salpicados de polémicas sobre el tratamiento de la privacidad en determinadas aplicaciones móviles de fines sociales, hoy las miradas se ponen directamente en Google y su control de nuestra navegación. Y es que, según ha desvelado Wall Street Journal, la compañía podría haber estado incluyendo un código en la versión para Safari móvil de su web destinado a monitorizar la actividad de sus usuarios.
La versión móvil de Safari está diseñada para bloquear cookies que registren la actividad de navegación, empleadas principalmente con fines publicitarios, aunque sí acepta las que sirven para recordar determinadas interacciones (como por ejemplo, cuando accedes a un servicio con tu perfil, para no tener que volver a introducirlo después). Según WSJ, Google habría encontrado la forma de colocar una cookie a los usuarios conectados en Google+ para seguir su actividad de navegación.
La información publicada indica que las cookies instaladas por Google caducarían en un plazo de entre 12 y 24 horas. Por lo visto, otras compañías dedicadas a la distribución publicitaria digital como Vibrant Media, WPP’s Media Innovation Group y Gannett’s PointRoll también podrían haber estado empleando un código similar para pasar por encima de las restricciones de Safari.
La era de mirar todo con lupa
El periódico indica que tras haber contactado con Google para aclarar el asunto, la compañía retiró el código de la discordia. Por su parte, el gigante de Internet asegura que WSJ ha malinterpretado la situación, pues según ellos solo estaban empleando una posibilidad conocida de Safari para ofrecer a sus usuarios opciones que habían sido activadas por ellos mismos y sin almacenar ningún tipo de actividad personal.
Entiendo que esta noticia llega en el peor momento posible, con los casos de Path, Hipster y Twitter aún recientes, por lo que es inevitable que adquiera una dimensión mayor en los medios. Pero analizando los datos puestos sobre la mesa, tengo la sensación de que no es nada diferente a lo que llevamos años aceptando cuando usamos Google en el ordenador.
No quiero con ello decir que el asunto no sea importante, pero sí que no deberíamos dejarnos llevar por la histeria colectiva antes de conocer más detalles a fondo. En cualquier caso, es obvio que estamos en una era donde nuestros datos son una de las mercancías más valiosas que circulan por la Red y muchos van a intentar sacar provecho de ello, así que va a ser preciso mirar con lupa cada aplicación y servicio web para asegurarnos de que no esté haciendo movimientos indebidos por debajo de su brillante interfaz.
Vía | Wall Street Journal
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