España está que arde con la noticia de la llegada de Amazon. Unos arden en deseos de que por fin se anuncie oficialmente y otros, entre ellos las industrias arcaicas que conviven entre nosotros, estarán tirándose de los pelos y preparándose para lo que se avecina: un cambio radical en el comercio electrónico que ya disfrutan en otros países de nuestro entorno.
Pero el camino para Amazon no ha sido nada fácil desde que nació hace ya 17 años en Seattle. Han pasado muchos años desde entonces y cada vez que lo pienso su modelo me recuerda más al de otra gran compañía, Apple. Cierto que son diferentes, pero por alguna extraña razón me parece también un modelo paralelo.
En los últimos meses hemos podido leer muchas comparaciones de Amazon con otros gigantes como Google, pero para mí el más fiel reflejo de la compañía de Jezz Bezos está en Cupertino. Además de que para muchos consumidores ambas empresas son sinónimo de perfección y excelencia, existen unas diferencias que han hecho que ambas empresas sigan caminos diferentes pero, a la vez, paralelos.
Mientras que Apple utiliza aplicaciones como iTunes, iCloud y la App Store (software, en definitiva) para dar soporte e incrementar la visibilidad de productos como el iMac, los MacBooks o los iPhone (el hardware), Amazon está llevando a cabo una estrategia paralela pero diferente. El Kindle y los supuestos tablets que llegarán antes de finales de año son mecanismos para dar a conocer todos los servicios que han ido creando con el paso de los años: eBooks, la tienda de MP3, los servicios en la nube y Amazon.com en general.
Así, mientras Apple obtiene casi todos sus ingresos a partir de la venta de hardware (con unos márgenes de beneficios que nadie en la industria es capaz de alcanzar), Amazon hace lo propio pero con la venta de todo lo que guarda en su gran centro comercial online : Amazon.com.
En esta carrera por incrementar los beneficios e innovar en el espacio tecnológico con sus productos, ambas empresas tienen una cosa en común: una base de datos con millones de tarjetas de crédito que sus clientes utilizan más alegremente que en otros casos. Esto, aunque pueda no parecerlo, les da una ventaja competitiva enorme.
Si Apple fue capaz de cambiar gran parte de la industria en estos últimos 5 años Amazon también lo está consiguiendo, pero atacando la base de miles de negocios tradicionales. En España pronto veremos qué supone Amazon como empresa y experiencia de usuario (aunque muchos ya están acostumbrados a este gigante). Ya sería casualidad que a los pocos meses de abrir las puertas de su software a millones de clientes españoles anunciasen ese nuevo hardware que les ayudará a conseguir lo que mejor saben: vender, vender y vender a través de Amazon.com.
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Imagen | Kodomut
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