Uno de los aspectos más criticados del reciente rediseño de la página de resultados de Google, presentado hace unos días, fue el modo en que difuminaba la diferenciación visual que tradicionalmente había mantenido entre resultados orgánicos y los promocionados (los anuncios, vaya): mismo color de fondo, mismo color de enlace, mismo formato para las URLs...
Todo, menos un detalle: empezó a mostrar la palabra "Ad" (abreviatura de 'anuncio' en inglés) en negrita antes de los anuncios. Lo que podría haber sido una buena solución para diferenciar ambos tipos de contenidos se tornó contraproducente porque, al mismo tiempo, la compañía decidió empezar a mostrar favicons en los resultados orgánicos, de tal modo que el "Ad" parecía ser un favicon más.
Un cambio que beneficiaba a los anunciantes
La confusión visual generada va en detrimento de los usuarios, que no obtienen de primeras la información que deseaban pero, sin duda, beneficia a los anunciantes, que ven así subir el porcentaje de clics en sus enlaces.
Heather Rist Murphy, vicepresidenta de la agencia de marketing digital Nina Hale, afirmó en declaraciones a la CNBC que, en el caso de sus clientes, han detectado que el número de usuarios que hacía clic en sus anuncios aumentó un 17% con respecto a la primera quincena de enero:
"Podemos hablar todo el día sobre la experiencia del usuario y los resultados de búsqueda, pero el 'elefante en la habitación' es que Google también es un negocio basado en la publicidad, y tiene muy en cuenta las ganancias cuando decide cómo alterar el panorama de las búsquedas".
Una reacción de los usuarios que obligaba a mover ficha
La magnitud de la polémica ha convencido a Google de la necesidad de responder al feedback de los usuarios ("escuchamos vuestras opiniones sobre la última actualización [...] siempre estamos buscando mejorar nuestro motor de búsqueda"), y hace unas horas anunció vía Twitter que la compañía empezará a experimentar de inmediato con varios diseños alternativos que ofrecerán "nuevas ubicaciones para los iconos".
De modo que durante las próximas semanas, mientras Google lleva a cabo lo que en marketing digital se denominan pruebas A/B (que permiten comparar simultáneamente el rendimiento de 2 o más diseños de página), algunos usuarios pasarán a no ver ningún favicon cuando lleven a cabo sus búsquedas, mientras que otros los verán "en distintas ubicaciones" que "iremos probando para dar una imagen moderna a nuestra versión de la web para dispositivos de escritorio".
Vía | CNBC & 9to5Google
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