¿Y si la casa que alquilas en Airbnb se usara para rodar una película porno?

¿Y si la casa que alquilas en Airbnb se usara para rodar una película porno?
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Hemos leído todo tipo de historias de terror relacionadas con Airbnb, desde el turista americano que aseguraba que su anfitrión en Madrid le mantuvo retenido, hasta el grupo de amigos que se encontró un cadáver en la casa que alquilaron cerca de París. Pero lo que le ha ocurrido a Kristina Knapic en California quizás roza lo esperpéntico.

Knapic alquiló su casa del condado de Ventura a Michael Lucas, y al finalizar la estancia de Lucas, acudió a la casa para hacer un poco de limpieza - encontrando una serie de objetos en ella que dejaban muy claro para qué había usado Lucas su casa durante esos días: rodar una película porno.

En concreto, Knapic se encontró con kits para hacer enemas y un juguete sexual bajo la cama, entre otras cosas. Las sospechas se confirmaron al ver fotos del rodaje en su casa en Instagram. Lógicamente, ella desconocía el propósito real del alquiler y ahora, en palabras de sus abogados, "se siente violada" y "preocupada por el daño a la reputación de su casa". Knapic ha contratado a los letrados para defenderla en su demanda contra Michael Lucas, a quien le pide un porcentaje de los beneficios de sus películas.

Lucas, por su parte, reconoce que no advirtió a la propietaria de sus intenciones a la hora de alquilar la casa. "Llevo 20 años en la industria del cine para adultos, y es algo muy común", comenta. "He rodado cientos de películas en casas alquiladas, y nunca hasta ahora había tenido problemas".

Airbnb, por su parte, dice que este tipo de incidentes son "extremadamente raros", y que tienen tolerancia cero para este comportamiento. La empresa ha expulsado de su servicio de forma permanente a Lucas, y además ha pagado los gastos de limpieza de la casa de Knapic.

Rodajes porno en casas de Airbnb

Hecha la ley, hecha la trampa

Las razones detrás del uso de alquileres de Airbnb para rodar películas porno se pueden encontrar en la propia ley que regula este tipo de producciones. Desde 2012, los actores de películas para adultos que se filmen en el condado de Los Ángeles están obligados a usar preservativo, lo que según los representantes de esta industria, repercute directamente en sus beneficios. Para evitar esta ley, muchos han trasladado sus rodajes al cercano condado de Ventura, donde tuvo lugar el incidente de Knapic y Airbnb.

El condado de Ventura sólo requiere un permiso de rodaje, que Michael Lucas no solicitó y por el que podría enfrentarse a una multa de 1.000 dólares y una pena de cárcel de hasta seis meses. Pero probablemente Lucas no se tomó la molestia de rellenar dicho permiso para evitar que la propietaria de la casa se enterase de su plan, y también porque en realidad el tribunal de Ventura nunca ha procesado a nadie por no haber solicitado dicho permiso. Airbnb, además, prohíbe específicamente el rodaje de vídeo comercial sin el consentimiento del dueño de la casa.

"Lucas sabía que lo que iba a hacer no estaba bien y quería ocultar el propósito de su alquiler" dicen los abogados de Kristina Knapic. "Sigue alquilando casas con la misma finalidad, y a menos que se le haga pagar por ello, seguirá haciéndolo".

Vía | NBC Los Angeles
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