Tras varios avisos y rumores al respecto, Microsoft ha hecho hoy oficial su gran reestructuración para buscar un nuevo enfoque. A partir de ahora la compañía de Redmond, en las propias palabras de Steve Ballmer, se centrará en "crear una familia de dispositivos y servicios para individuales y negocios con los que potenciar a toda la población del mundo en sus casas, en sus trabajos y en viajes para las actividades que más valoren".
El comunicado oficial que ha escrito el CEO de la compañía afirma que para conseguir eso hay que "transformar" los métodos de organización, de planificación y de trabajo en una sola estrategia común para todas las divisiones para evitar la fragmentación. También se cambiará la forma con la que se habla con el cliente y con la que trabajan los ingenieros.
A grandes rasgos, Microsoft tendrá las siguientes divisiones basadas en las funciones que hagan: Ingeniería, marketing, desarrollo de negocios y "evangelismo", estrategias avanzadas e investigación, finanzas, relaciones públicas, legal y COO, estando este último compuesto por soporte al cliente, operaciones comerciales y soporte técnico. La división de ingeniería (que es la que nos deja más claro el objetivo de esta división) se dividirá en sistemas operativos, aplicaciones, servicios en la nube y dispositivos.
Destaca sobretodo que ahora Microsoft quiere prestar más atención a los dispositivos y a la nube, cosa que de momento ya le ha supuesto buenos resultados con servicios como Skydrive y la primera oleada de terminales con Windows Phone. La compañía, básicamente, ha hecho limpieza y se ha puesto al día dejando atrás una organización que quizás valía diez años atrás, pero ahora no hacía más que entorpecer los intentos de competir con Google o Apple. Veremos si el cambio se traduce en una mayor calidad de sus productos.
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