Hace unas horas que se ha hecho público un inédito mapa que se ha logrado desarrollar gracias a la inteligencia artificial y a tecnologías de machine learning que, por primera vez en la historia, da la capacidad de hacer un seguimiento de todo el océano.
De este modo, usando imágenes satelitales e inteligencia artificial, los investigadores han mapeado la actividad humana en el mar con más precisión que nunca. Se ha descubierto muchísima actividad industrial que se desconocía, donde entran operaciones pesqueras sospechosas, es decir, que puede que sean ilegales.
Los mapas fueron publicados en la revista Nature y es gracias a una investigación dirigida por Global Fishing Watch, una organización sin fines de lucro respaldada por Google. Uno de los grandes descubrimientos es que "tres cuartas partes de los buques pesqueros industriales del mundo no son rastreados públicamente" y hasta el 30% de los buques de transporte y energía también escapan al seguimiento público.
Concretamente, como la propia Google dice en su web, Global Fishing Watch nació como una iniciativa de colaboración entre Oceana, Skytruth y Google para proporcionar la primera mirada de acceso público del mundo sobre la pesca comercial. Desde entonces, se ha erigido como una organización independiente sin fines de lucro y sigue luchando por la sostenibilidad a través de una mayor transparencia en la industria pesquera.
Qué tiene de inédito este mapa
Explican desde Nature que "más del 70% de la superficie de la Tierra está cubierta por océanos, que proporcionan alimento a miles de millones de personas y se utilizan para transportar mercancías por todo el planeta. La infraestructura de energía eólica marina, petróleo y gas también es crucial para el suministro mundial de energía".
Sobre esta máxima, el objetivo ha sido "monitorear la actividad humana en el mar", lo que ha sido un desafío "debido a la inaccesibilidad y la gran extensión de las regiones a monitorear". Los datos satelitales pueden utilizarse para cartografiar la presencia humana en los océanos en una medida sin precedentes, según los investigadores, puesto que revelan que una cantidad sustancial de la actividad humana no se rastrea públicamente.
David Kroodsma, uno de los autores del artículo de Nature y director de investigación e innovación de Global Fishing Watch ha dicho que su organización, como otras similares, hasta ahora dependían principalmente del Sistema de Identificación Automática (AIS) marítimo para ver lo que sucede en el mar, el cual puede ser útil para descubrir ilegalidades, pero que el sistema tiene importantes limitaciones.
Una de ellas es que quienes realizan actividades ilegales pueden apagar la caja que envía las señales, cuando quiere evitar ser detectado y que también hay lugares donde la intensidad de la señal es irregular.
Análisis de 2.000 terabytes
En el nuevo mapa se analizaron 2.000 terabytes de imágenes de la constelación de satélites Sentinel-1 de la Agencia Espacial Europea. En lugar de tomar imágenes ópticas tradicionales, que es como tomar fotografías con una cámara, Sentinel-1 utiliza instrumentos de radar avanzados para observar la superficie de la Tierra. El radar puede penetrar las nubes y también “ver” en la oscuridad, y pudo detectar actividad en alta mar que el AIS pasa por alto.
Dado que 2.000 terabytes es una enorme cantidad de datos para procesar, los investigadores desarrollaron tres modelos de aprendizaje profundo para clasificar cada embarcación detectada, estimar su tamaño y clasificar diferentes tipos de infraestructura offshore.
Otro descubrimiento es que "si bien la actividad pesquera disminuyó al inicio de la pandemia de covid-19 en 2020, encontraron un denso tráfico de embarcaciones en áreas que “anteriormente mostraban poca o ninguna actividad de embarcaciones” en los sistemas de seguimiento públicos, particularmente en el sur y sudeste de Asia, y en el norte y oeste de las costas de África".
Vía| The Verge
Imagen| Global Fish Watch