Siendo ForoCoches el mayor foro online en español, resulta habitual encontrar toda clase de historias sorprendentes revisando sus hilos. La que os traemos hoy es la historia de LakermaN —o, según dice, del amigo que está usando su cuenta en desuso— y de cómo recuperó un USB con una "cantidad indeterminada de Bitcoins" que estaba convencido de haber tirado a la basura hace años. Aunque eso no significa necesariamente que ahora sea rico.
LakermaN —lo llamaremos así— cuenta en el foro cómo empezó a minar en 2010, cuando aún resultaba fácil minar cantidades relevantes de bitcoins sin necesidad de invertir miles de euros en granjas de PCs. Lo hizo durante meses, "con un Athlon XP que dejaba minando toda la noche y día". Todo ese dinero se iba acumulando en una 'wallet' de la que, en un momento dado, hizo una copia de seguridad en un pendrive de 512 MB genérico.
Por aquel entonces el concepto de 'frase semilla' "era ciencia ficción", aclara en un mensaje posterior. "Se trata de un backup en bruto de la wallet, sólo podías elegir encriptarla o no con una contraseña, que yo recuerde". En cualquier caso, el pendrive se guardó en un libro con un hueco en su interior y nuestro protagonista se olvidó de él por completo.
Después vino una mudanza… y la crisis, que derivó en un par de años en el paro, "depresión de caballo, arritmias cardiacas y ansiolíticos". Luego vio una noticia sobre la subida del precio del Bitcoin y fue corriendo a buscar el libro. Encontró el pendrive, lo conectó al PC y… no pasó nada, no funcionaba. Habiendo cursado un grado medio de microinformática, terminó pasando el dispositivo por un microscopio electrónico para localizar algún problema que fuera capaz de arreglar. No vio nada.
Y entonces, decidió contar dos mentiras. La primera, a su entorno de amigos y familiares: les dijo que el pendrive se había perdido en la mudanza. La segunda, aparentemente, a él mismo: se convenció de que había tirado el pendrive a la basura.
"Soy un tío que corta los problemas por lo sano y os recuerdo que estaba con depresión y bajo ansiolíticos que me dejaban como un zombie. En ese momento vi la mejor forma de evitar seguir dándole vueltas al asunto".
Pero con el tiempo empezaron las dudas:
"¿En serio he tirado el pendrive?. Esta pregunta me la hice día tras día después de haber superado la depresión y haber vuelto a trabajar. ¿Tan mal puede estar una persona como para írsele de tal manera la pinza como para tirar millones de posibles euros a la basura?.
La cosa es que de vez en cuando me aparecían flashes de mi mismo delante de la basura tirando el pendrive, pero también otros en los que me arrepentía y lo volvía a coger para guardarlo a saber dónde".
Así, llegamos al pasado 17 de mayo. Buscando un testador de voltajes "entre cajas y cajas de cables y material electrónico e informático […] allí estaba". El pendrive. El problema no es recordar la contraseña (ni siquiera tiene claro si por aquel entonces se podían encriptar las wallets, pero asegura acordarse aún de las contraseñas que utilizaba entonces); no, el problema es que sigue sin hacer nada.
"Estoy en la misma tesitura que hace unos años pero con algo más de experiencia técnica. ¿Lo intento reparar yo o me arriesgo a llevarlo a una empresa especializada y que algún listo se haga con el contenido de una wallet de la que no conozco ni su dirección? […] El pendrive no hace nada, por lo que entiendo que la placa está jodida, pero en principio la memoria NAND es recuperable".
Nota: La memoria NAND es un tipo de memoria no volátil (no necesita energía para retener los datos) que está presente en memorias USB y discos SSD, por ejemplo.
Nuestro protagonista afirma en el foro estar dispuesto a compartir su riqueza si finalmente logra acceder a la misma: le gustaría "regalar algo a los que realmente aporten ideas y si al final se llega a recuperar una cantidad gorda, podría caerle también al resto".
¿Y de cuánta riqueza estaríamos hablando? Como curiosidad, tomando estos datos de dificultad, un mes de minado con tu athlon XP (0.6MH/s) en enero de 2010 daba 2300 BTC, en abril 200, julio 100 y en diciembre 0.2".
"Por ir haciendo algo y no comerme las uñas he comprado un puerto USB que pienso conectar al pendrive sin soldar. Por descartar que sea el puerto USB (no lo creo), pero en informática hay que empezar por lo mas fácil", explica LeakermaN. Ante este y otros experimentos, un usuario le recomienda "ponte en manos de profesionales y cierra el hilo […] para mí probar a lo loco sería la última opción".
Todo atado, y en manos de profesionales
"Llévalo a una empresa fiable de recuperación de datos. Asegúrate de que tienes factura y contrato de confidencialidad, cosa que es normal en este tipo de empresas. Si son capaces, te lo recuperaran y listo. En el remoto caso de que te roben, llévalos a juicio".
Días después del primer mensaje, LeakermaN aclaraba que había contactado ya con dos empresas de recuperación de datos y que, sorprendentemente, ninguna se había mostrado muy interesada en firmar ningún tipo de contrato; otro profesional con el que contactó no trabaja para particulares, sólo para empresas.
Algún usuario le ha recomendado, junto a lo anterior, firmar la cesión de un porcentaje (10% aprox.) de los BTC que puedan recuperarse, como sistema de motivación.
Cuando LeakermaN reconoce que no tiene mucho sentido amenazar con un juicio por robarle, porque no recuerda la dirección de la wallet y no puede comprobar que se haya sacado dinero de la misma, la respuesta viene a ser algo como "los que te lo van a arreglar no lo saben, tú déjales caer que sí la recuerdas antes de que tengan la tentación".
Vídeo del estado actual del pendrive:
Oye, por probar…
Algunos de los consejos aportados por los foreros pueden sernos de mucha utilidad al resto de usuarios de PCs, incluso si no guardamos miles de bitcoins en un pendrive:
"Está la opción de conectar el pendrive directamente en un ordenador muy antiguo. Esta prueba, aunque carente de toda lógica, a mí me ha funcionado un par de veces vaya-usted-a-saber-por-qué".
A otro usuario se le ocurre que puede ser un problema, quizás, teniendo en cuenta la antigüedad del dispositivo, de la administración de energía de los puertos USB. Así, le recomienda entrar en Panel de Control > Hardware y sonido > Administrador de dispositivos > Controladoras de bus de serie universal. Una vez ahí, en cada concentrador USB le das doble clic, vas a la opción de Administración de energía y deseleccionas la opción "Permitir que el equipo apague este dispositivo para ahorrar energía". Después de eso, prueba a meter el pendrive de nuevo y ver si te lo reconoce.
Otros usuarios sugieren probar diversos programas que se usan en casos de borrado, corrupción o pérdida de formato de un dispositivo de almacenamiento. "El software Hetman Partition Recovery v4.2 Multilingual Full a veces consigue ver el interior; por probar no pierdes nada, no altera nada del USB".
Pero, otros usuarios recomiendan no albergar demasiadas esperanzas, recordando que "las memorias NAND pierden todos sus datos tras un cierto tiempo sin alimentación: típicamente 1 año a 30 °C, dos años a 25 °C, a menos temperatura mayor es el plazo".
¿Qué pasó al final?
Al final no hubo suerte. Nuestro protagonista anunció el 2 de junio que, tras recuperar los datos, pudo comprobar que
"El pendrive contenía tres archivos, dos de ellos archivos de texto y otro un autoexect.bat y ninguno era la wallet. A estos archivos se les ha probado a cambiar el nombre y extensión a wallet.dat dando error en la lectura de Bitcoin Core".
"Se solicitó también que se adjuntarán dos dump. Uno procesado y el otro sin procesar […] Con el procesado y el programa Disk Drill se encontraron 368 archivos, en su mayoría canciones y archivos de 2008 y un CV mío de 2012. Existiendo ese archivo de 2012 me despeja la duda: este pendrive no es el que contenía los BTC, y el auténtico al final lo terminé tirando a la basura. […] Así que aquí acaba la historia del pendrive"
.Imagen | Basada en original de Ivan Radic
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