La Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido (la CMA), organismo regulador en materia de normativa antimonopolio, mantiene desde el año pasado una investigación sobre la adquisición de Giphy, el popular servicio de alojamiento de imágenes GIF, por parte de Facebook.
Y las conclusiones de la misma no han sido bienvenidas, precisamente, por la compañía dirigida por Mark Zuckerberg.
De hecho, de acuerdo al documento preliminar que acaba de hacerse público, este proceso podría terminar obligando a Facebook a deshacerse de Giphy cuando apenas hacen 15 meses desde su compra (por 400 millones de dólares), pues el organismo considera que
"dañará la competencia entre las plataformas de redes sociales y eliminará a un potencial rival en el mercado de la publicidad gráfica".
Giphy, un 'caballo de Troya' de Facebook en las redes rivales
Este último dato es especialmente relevante, pues el dictamen provisional de la CMA establecía que la publicidad de pago de Giphy, que esta compañía tenía previsto reforzar antes de ser adquirida, contaba con "el potencial para competir con la propia publicidad de Facebook"… un potencial que Facebook cercenó al extinguir todos los acuerdos en ese sentido previamente establecidos por Giphy.
Además de eso, la CMA argumenta que, a causa a la popularidad de los GIF y la falta de proveedores en este campo, Facebook podría usar su condición de propietaria de Giphy para negar a otras plataformas el acceso a sus GIF… o bien para extraer valiosos datos de los hábitos de los usuarios de otras redes sociales rivales —como TikTok, Twitter y Snapchat— que también venían usando Giphy.
En ese sentido, el año pasado nuestros compañeros de Xataka calificaban la nueva Giphy en manos de Facebook de "caballo de Troya":
"De lo que no se dan cuenta los usuarios es de que cada vez que buscan un GIF o lo envían se genera una 'baliza' que permite a esa empresa hacer el seguimiento de cómo y dónde se comparte ese GIF, además del estado de ánimo asociado a ese mensaje".
Esto permitiría a Facebook manejar parte de los mismos datos con los que operan sus rivales, impidiendo que éstos se les adelanten a la hora de reaccionar a las nuevas tendencias del mercado.
Recordemos que Facebook adquirió WhatsApp en 2014, sólo cinco meses de que la compra del servicio de analítica Onavo les permitiera conocer las tasas de envío de mensajes de la app de mensajería.
La reacción de Facebook, por otro lado, no se ha hecho esperar:
"No estamos de acuerdo con las conclusiones preliminares de la CMA, ni creemos que estén respaldadas por las pruebas. Como hemos demostrado, esta fusión es en el mejor interés de las personas y las empresas en Reino Unido y todo el mundo".
Vía | Protocol
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