Un nuevo estudio realizado por VoxEU, la rama que realiza análisis de políticas e investigaciones del CEPR o Centro de Investigación Económica y Política, ha analizado qué factores influyen en la adopción del teletrabajo, tras la pandemia de la Covid en 34 países del mundo.
La investigación se centra en factores como el rigor del confinamiento, la densidad de población y el individualismo y cómo estos temas afectaron la adopción del trabajo desde casa.
Lo más curioso de todo el estudio es que concluye que "el individualismo tiene la asociación más fuerte con el trabajo desde casa, seguido del rigor del confinamiento y la densidad ponderada de la población". De este modo, podemos encontrar que las tasas del trabajo desde casa son más altas con un promedio de 1,8 días por semana en los países de habla inglesa, mientras que son más bajas en países europeos y latinoamericanos, seguidos de los asiáticos.
Por otro lado, las zonas urbanas, que a menudo tienen mayor densidad de población y una mayor prevalencia de industrias basadas en el conocimiento adecuadas para el trabajo remoto, muestran tasas de trabajo desde casa más altas.
Sociedades individualistas, más teletrabajo
Este informe se ha enfocado en explorar "el impacto del individualismo en la adopción del trabajo desde casa, una dimensión cultural que valora la libertad y la autonomía personal". Basándose en el índice de individualismo de Hofstede, que mide en qué medida los individuos de una sociedad priorizan sus propias ambiciones e independencia por encima de los objetivos colectivos y la unidad del grupo.
Dado que el éxito del trabajo desde casa a menudo depende de una supervisión directa mínima, los investigadores plantearon la hipótesis de que las culturas más individualistas pueden ser más propicias para adoptar el trabajo remoto.
En la práctica, según esta tabla del informe, países menos individualistas como Taiwán, Corea del Sur o China tienen menos días de teletrabajo. Reino Unido, Estados Unidos y Australia, países más individualistas en su forma de relacionarse socialmente, son los que más días a la semana trabajan desde casa. España estaría en el medio.
Por otro lado, el informe ha concluido que la rigurosidad del confinamiento y la densidad ponderada de la población también influyen mucho en la adopción del teletrabajo. Los países con confinamientos más estrictos y prolongados durante la COVID-19 y con una mayor densidad ponderada de población tienden a tener niveles más altos de trabajo desde casa.
Imágenes | Foto de Tobias Tullius en Unsplash y gráfico del estudio oficial
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