Cada vez son más las personas que delegan ciertas tareas a la inteligencia artificial. Con el fin de deshacernos de aquellas tareas más tediosas y aumentar nuestra productividad, la IA comienza a ser un órgano vital para muchas compañías. De hecho, desde el lanzamiento de ChatGPT, OpenAI revolucionó y agitó el sector como nadie.
Entre los numerosos proyectos que integran herramientas y tecnologías basadas en inteligencia artificial se encuentra el de la startup Kaedim, quienes prometían disponer de una inteligencia artificial capaz de transformar piezas de 2D a 3D. La idea era agilizar proyectos tales como videojuegos o cualquier sector en el que se necesiten gráficos 3D.
Lo más impactante de todo es que, según un informe de 404 Media, la gran mayoría de los resultados que ofrecía esta startup con su “novedosa tecnología” dependía de personas y no de una inteligencia artificial. Tampoco precisamente bien pagadas, según el informe.
Resultados demasiado buenos para estar hechos por una IA
Producir arte en 3D para videojuegos en proyectos pequeños puede llegar a ser agotador y tedioso, sobre todo si no te puedes permitir contratar a un artista 3D para obtener lo que necesitas. Y esta es la situación que la startup intenta satisfacer, ya que la inteligencia artificial está jugando un papel muy importante en este sentido, siendo además el foco de atención ante todo debate ético.
Sin embargo, lo que muchos pensaban que era un trabajo del que una inteligencia artificial se encargaba, el informe de 404 Media asegura que la gran mayoría de su trabajo lo hacían artistas 3D, exportándoles el trabajo a otras personas y con sueldos muy bajos.
Página web de Kaedim
En muchos de los encargos que los usuarios delegaban a las “herramientas generativas” de Kaedim, el 100% de ese trabajo se realizaba por artistas profesionales, según el informe. La suscripción a las herramientas de esta startup comenzaba en 150 dólares al mes para 10 encargos al mes, 300 dólares para 20 modelos o 1.000 dólares al mes para un número indeterminado de encargos, entrega rápida y asistencia personalizada.
Según fuentes cercanas al medio, los artistas contratados por Kaedim producían rápidamente la obra y cobraban entre 1 y 4 dólares por modelo. Además, la compañía esperaba que los trabajos se acabasen en un tiempo aproximado de 15 minutos.
Ya hubo pistas el pasado año cuando Kaedim ofertaba trabajo a artistas 3D para su proyecto, aunque su fundadora y CEO, Konstantina Psoma, respondió con un post en Medium explicando que los artistas se encargaban de retocar los resultados y entrenar al algoritmo. Tras la explicación, la empresa actualizó su página web siendo más transparente y clara con el hecho de que tenga a su cargo artistas que trabajan en cada encargo.
A pesar de reconocer que su trabajo depende de otros artistas y no enteramente de la tecnología de su IA, el informe asegura que muchos de los artistas contratados por Kaedim tan solo vieron las imágenes en 2D antes de crear un modelo 3D, lo que significa que en estos casos no habría ningún trabajo hecho por IA.
Si bien es imposible conocer cómo de buena es la inteligencia artificial de Kaedim fuera de la empresa, fuentes cercanas aseguran que algunos de sus resultados son totalmente inutilizables.
Aunque la inteligencia artificial cobre cada vez mayor importancia, esta supuesta mala praxis de la empresa también evidencia lo crucial que es el trabajo humano, y a veces no tan reconocido, para el desarrollo de las tecnologías de IA generativa. Sin ir más lejos, ChatGPT depende de más de 1.000 trabajadores en todo el mundo para mejorar los resultados de su inteligencia artificial. En este caso, la mano de obra incluía a contratistas de África Oriental que recibían solamente unos pocos dólares por hora para filtrar contenido extremadamente gráfico, dejando a muchos de ellos traumatizados.
Imagen | Generada por IA con Clipdrop
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