Los restos de la minería (la de verdad, la de los pozos de petróleo y gas natural) también pueden alimentar la emergente industria de la criptominería. Aunque en el pequeño condado de Elk, en el noroeste de Pensilvania, eso significa que la industria tecnológica recauda, y la gente del entorno rural es quien debe sufrir las consecuencias negativas. Concretamente, la contaminación acústica.
Longhorn Pad C es una plataforma situada a media milla de un cementerio y a poco más de una milla de una iglesia metodista. Alberga cuatro pozos de gas natural que, tras un breve periodo de perforación en 2011, habían permanecido inactivos. Ahora, sus nuevos propietarios han decidido utilizar los depósitos que permanecían sin explotar con el objetivo alimentar el minado de criptomonedas (concretamente, de bitcoins) sin necesidad de conectarse a la red eléctrica, un método que también puede usarse con otros combustibles fósiles
El problema es que la infraestructura que han montado para ello —o más bien el fuerte zumbido que sus enormes motores emiten día y noche—, está 'volviendo locos' a los vecinos en un amplio radio alrededor de la plataforma. De hecho, puede oírse en varios municipios de toda la zona.
La empresa responsable de las instalaciones, Diversified Production, podría haberse metido, sin embargo, en graves problemas: tras las múltiples denuncias, las autoridades se han puesto a investigar y han descubierto que la maquinaria se instaló y se puso a funcionar en secreto y sin permiso…
…pese a que la normativa del estado exige a las empresas obtener un permiso específico antes de instalar maquinaria para minar criptomonedas. En el momento en que todo esto ha salido a la luz, el permiso ya había sido solicitado… pero el Departamento de Protección Ambiental de Pensilvania ya ha dejado claro que las acciones de la compañía podrían conllevar sanciones por parte de las autoridades.
Diversified Production es una filial de Diversified Energy Company, un operador de combustibles fósiles que ha estado haciéndose en los últimos años con una amplia cartera (la mayor de los Apalaches) de pozos antiguos de baja producción de petróleo y gas. Decenas de miles de ellos (el estado cuenta con cientos de miles), adquiridos sin aparente justificación comercial… no hasta ahora, al menos.
¿A favor del clima o en contra? ¿Y de los granjeros quién se acuerda?
Lo curioso es que existe todo un debate de fondo sobre el efecto medioambiental de esta clase de iniciativas: mientras las plataformas ecologistas afirman que esta naciente industria hará retroceder a Pensilvania en el cumplimiento de sus 'objetivos climáticos'…
…un pequeño lobby llamado Satoshi Action Fund (en honor al creador del Bitcoin) cree que las criptodivisas podrían, en realidad, convertirse en una "máquina de limpieza ambiental" para los estados llenos de pozos abandonados, al consumir los depósitos de metano, un potente gas de efecto invernadero, que hasta ahora llevaban años fugándose a la atmósfera.
Pero por encima de todos esos debates, los habitantes de la zona, en su mayor parte grajeros, denuncian los efectos que puede tener sobre ellos y sus animales el hecho de tener algo parecido a 'un motor a reacción' funcionando sin descanso:
"El sonido empezó sobre finales de septiembre o principios de octubre, cuando lo notamos por primera vez, pero no le dimos importancia. 'Fracking', pensamos. Empezamos a ver muchos camiones entrando y saliendo, y luego, alrededor de enero, el ruido aumentó más aún. Luego nos dijeron que fue probablemente cuando se conectó el sexto y último".
"El ruido hizo que las gallinas empezaran a amontonarse, a ponerse nerviosas y a asfixiarse. Así hemos perdido ya 110 aves".
Vía | WESA.fm
En Genbeta | El nuevo Ethereum 'sostenible' ya ha empezado a caer (y mucho): tiene más de acción bursátil que de moneda real
Ver 2 comentarios