Intellectual Ventures es una empresa que posee miles de patentes informáticas que ha ido comprando a lo largo de sus diez años de vida. Sin embargo esta compañía no fabrica ningún producto, no ofrece ningún servicio y no programa ningún software. ¿A qué se dedica entonces?
El término actualmente de moda en Internet es “troll de las patentes”.
El negocio es simple: busca empresas informáticas que estén comercializando algún dispositivo o programa e indaga sobre las características que cada uno posee. A veces es una pantalla de una forma determinada, una manera de distribuir los iconos o un botón lateral que hace algo concreto. Si todo eso lo registras antes que la competencia, entonces el siguiente paso es demandar a quien lo esté usando y esperar a que lluevan los millones de las indemnizaciones.
La demanda más reciente ha sido contra Motorola, empresa acusada de infringir unas seis patentes diferentes por Intellectual Ventures. Da la casualidad de que Motorola fue comprada hace poco tiempo por Google, y Google a su vez es inversora de Intellectual Ventures. Qué ironía, ¿verdad?
Se acusa a Motorola de utilizar un sistema mediante el cual el dispositivo móvil comprueba automáticamente si hay actualizaciones de software y deja la opción de elegir al usuario cuales instalar.
El mundo de las patentes se está volviendo demente y peligroso. Las demandas cruzadas entre compañías tecnológicas son el pan nuestro de cada día, y parece que no hay visos de que esta situación se calme. Hay empresas que incluso denuncian a algunos locales por usar Wifi. La patente en sí es muchas veces absurda, pero más absurdo es poseer patentes sobre las cuales no estás investigando, desarrollando o comercializando productos.
Si esto no se para, llegará un día en que nadie pueda desarrollar nada sin pagar millones a sus competidores directos, y ocurrirán paradojas como que una empresa gane más dinero con productos de la competencia que con productos propios
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