La guerra de patentes se está tan compleja que dentro de unos años los abogados especializados en el tema tendrán que estudiar una carrera a parte para entender algo. El último movimiento lo ha protagonizado Microsoft, al anunciar que comprará a LG todas las patentes con relación a Android y Chrome OS de las que la compañía coreana era propietaria.
Con este movimiento, Microsoft pasaría a controlar el 70% de los smartphones con Android de EEUU. De los que obviamente saca beneficio. Las ganancias anuales de Microsoft relacionadas con el sistema de Google son de aproximadamente unos 450 millones de dólares anuales, cifra que probablemente se vea incrementada tras este acuerdo. LG es el tercer fabricante mundial de móviles, solo por detrás de Nokia y de Samsung, y tiene casi un 10% de la cuota de mercado mundial de smartphones. LG no solo seguirá fabricando móviles con Android, de los que MIcrosot se llevaría en torno a 5 dólares por unidad, sino que dentro de su estrategia comercial, también se incluyen los dispositivos con Windows 7.
La estrategia de Microsoft es sencilla: en vez de demandar a los fabricantes por vulnerar patentes de las que son propietarios, la compañía crea acuerdos comerciales para que cada empresa que desee usar sus patentes, le pague un canon por unidad vendida. De este modo se evitan costosas y largos procesos judiciales y se consigue un beneficio directo por la venta de móviles de la competencia. Gracias a ello, si Microsoft vende móviles con Windows 7 gana dinero, y si los vende con Android también. Pese a que no todos los smartphones con Android deben pagar ese canon, sí que son bastantes.
Google ya se ha quejado por esta situación. Afirma que esta compra masiva de patentes de Android se trata de una estrategia de sus rivales para desestabilizar el sistema. Acusa a la propia Microsoft, y a otras como Apple y Oracle de comprar patentes de Nortel por valor de 4500 millones de dólares, lo que implicaría que Google deberá aumentar el precio que cobra a los fabricantes para usar su sistema. Esto beneficiaría directamente a los dispositivos de Apple y MIcrosoft.
Lo absurdo de las patentes de software crea estas situaciones. Las empresas están gastando miles de millones de euros en comprar permisos de uso de ciertas aplicaciones o herramientas, en vez de destinarlas por ejemplo a I+D. Es un gasto de dinero absurdo que se podría evitar si por ejemplo Android, fuera completamente software libre.
Android utiliza una licencia combinada de GPL y Apache. Mientras que la primera no permite cerrar el código ni apropiarse de él, Apache no tiene esas limitaciones, lo que hace que cada compañía pueda hacer sus propias modificaciones sin compartirlas con los demás. Un sistema operativo móvil (o de cualquier otro tipo) escrito con una licencia libre como la GPL, permitiría a cualquier fabricante obtener e implementar el código del sistema de la manera que quisiera y sin pagar necesariamente por ello. De esta forma, conseguiríamos por ejemplo, que cada compañía tuviera el sistema perfectamente integrado con su hardware y que a la vez fuera compatible con los sistemas de todas las demás marcas. De este modo, se podrían crear aplicaciones estándar por poco dinero. No habría restricciones en cuanto a la innovación y fomentaría la competencia. Amén de la mayor ventaja del software libre, la libertad junto con la seguridad y la privacidad. Mientras no comprendamos esto, se seguirán derrochando millones y millones en abogados y demandas.
Vía | La Información
En Nación Red | Apple, Samsung y lo absurdo de las patentes de software
Foto | gillyberlin