La Royal Society es una sociedad científica, que ha tenido como miembros a algunos de los más destacados inventores e investigadores de la historia: Newton, Darwin, Einstein, Watson y Crick o Hawking.
Entre sus miles de documentos, hay uno llamado Philosophical Transactions of the Royal Society, el cual es considerado como una de las primeras publicaciones científicas del mundo. Ahí se pueden encontrar entre otros, un artículos de Sir Isaac Newton, datado en 1671. Ese mismo artículo, aparece registrado con copyright por la Royal Society.
Lo curioso del asunto es que la primera ley sobre derechos de autor no llegó hasta 1710, es decir, 39 años después del artículo de Newton. Aquí falla algo.
La Royal Society ya existía por aquel entonces, pero es muy sorprendente que puedan poseer los derechos sobre una obra perteneciente a una época en que esos mismos derechos no estaban reconocidos oficialmente. De hecho, las obras registradas a partir de 1710, gozaban de una protección de entre 14 y 28 años, dependiendo de la vida del autor.
Se le preguntó a la institución, el porqué de este extraño copyright. Parece ser que en 1999, una empresa se encargó de digitalizar los archivos, por tanto se renovó el derecho de autor y pasó a la Royal Society. La empresa en cuestión (JSTOR), fue noticia cuando este mismo año denunció a Aaron Swartz por haberse descargado varios documentos del archivo de JSTOR. Pero no fue el único, también Greg Maxwell fue acusado de subir 33GB de documentos a The Pirate Bay, incluyendo el ya famoso Philosophical Transactions of the Royal Society. Finalmente la sangre no llegó al río, porque JSTOR terminó por liberar todo ese material bajo una licencia pública.
En principio, todos los documentos de la Royal Society están disponibles permanentemente para su libre consulta en la red. Lo único que pide la institución es el reconocimiento en caso de que se reutilicen esos archivos.
Este tipo de permiso de uso, es muy similar a las licencias Creative Commons. Sin embargo, no hay ninguna mención a este tipo de usos en su web. Por su parte, la empresa digitalizó los archivos, permite ahora descargar, compartir y reutilizar los documentos para cualquier propósito no comercial. Confuso, ¿verdad?
El problema es la aplicación indiscriminada del copyright por parte sobre todo de instituciones, sociedades y empresas. En este caso, una publicación científica licenciada bajo dominio público, contiene un artículo con copyright, de una época en que eso ni siquiera existía. La pregunta es: ¿por qué todos estos archivos necesitan licencias de ningún tipo?
Los archivos digitalizados no son las obras originales, las cuales no tenían ningún tipo de protección, con lo que no tiene sentido que alguna de ellas (como el artículo de Newton) tengan copyright por el simple hecho de haberlas escaneado. Bajo ese razonamiento, cualquiera podría escanear obras que no tengan aún una versión digital de la misma, y apropiarse de sus derechos de autor.
En este momento, todos los archivos y documentos de la Royal Society son de libre acceso, sin restricciones. Pero quien sabe cuando volveremos a tener al copyright haciendo de las suyas. Me gustaría saber la opinión de Newton sobre todo esto.