El abogado defensor de Julian Assange, Ben Emmerson, ha asegurado al Tribunal Superior de Londres que la orden de arresto presentada contra el fundador de WikiLeaks resulta inválida al suponer una interpretación incorrecta de las pruebas. Emmerson añade que no se describe de forma "fiable, precisa y adecuada" los delitos de los que se acusan al activista.
La defensa indica además que el "desacuerdo filosófico y judicial" ante las diferentes definiciones de 'delito sexual' en Reino Unido y Suecia han enturbiado en gran medida el proceso contra Assange, que se enfrenta ahora a su segunda apelación contra el proceso de extradición al país escandinavo abierto en su contra.
Emmerson considera que la extradición de Assange a Suecia para ser interrogado allanaría el camino para una segundo proceso similar, esta vez a Estados Unidos. Allí podría hacer frente a los cargos que muchos sospechan se esconden tras las acusaciones: la filtración de cientos de miles de documentos confidenciales del gobierno americano por parte de WikiLeaks.
En este primer día de juicio el abogado mantuvo frente a los magistrados que no existen pruebas que demuestren la ausencia de consentimiento en los encuentros sexuales, algo que parece insinuarse en la orden de arresto. Además, tres de las alegaciones no tendrían consideración de crimen bajo la ley británica.
No obstante, la clave para parar el proceso de extradición parece redundar en demostrar la invalidez de la orden de arresto por fallos formales:
El juez del distrito encontró que las alegaciones presentadas establecerían una dualidad criminal, basándose en que la falta de consentimiento podría sobreentenderse a raíz de la conducta descrita, particularmente por las referencias a 'violencia' y la intención de 'violar la integridad sexual'. Sin embargo, esa descripción de la conducta no es precisa. La orden de arresto enuncia erróneamente la conducta y se trata, por esta única razón, de una orden inválida.
El juicio tendrá una segunda y, en principio, última vista mañana miércoles. Queda por ver si este resquicio legal será suficiente para bloquear la extradición a Suecia de Assange o si, por el contrario, el renovado equipo legal del activista cuenta con algún otro as bajo la manga.
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