La ciudad de Filadelfia (todo pay) está exigiendo ya el dinero de la licencia por practicar una actividad comercial a los blogueros que no la han pagado. La licencia para ejercer de bloguero es de 300 dólares (o 50 si se paga al inicio de la actividad y año a año). Cualquier bloguero que obtiene ingresos por publicidad en su blog está obligado a registrarse como un “profesional” que desarrolla una actividad en la ciudad. Además el “alta fiscal” se establece como obligatoria de cara a Hacienda, según informa el ayuntamiento de la gran ciudad de Pensilvania.
La bloguera Marilyn Bess, por ejemplo, ha ganado 50 dólares pero tiene que pagar 300 dólares por ser bloguera, eso le ha comunicado el ayuntamiento. Otro bloguero, Sean Barry, que escribe sobre música en su blog Circle of Fits, ganó 11 dólares en los últimos dos años y también ha recibido la reclamación por 300 dólares en una “bonita” carta del ayuntamiento que preside el fogoso recaudador fiscal e intervencionista “number one”, el demócrata Michael Nutter.
El propio bloguero Barry, el de los 11$, escribió el viernes sobre el asunto:
Nunca esperé hacer dinero con mi blog o que fuese considerado un negocio. Puse los anuncios como un experimento y no esperaba que alguien hiciese clic en ellos .. no sé ni cómo (gestionar) eso.
Pienso, es mi opinión personal, que todo impuesto que tasa o grava el mero hecho de realizar (o iniciar) una actividad económica es una traba a la prosperidad general y un atentado a la libertad personal. Las tasas, las licencias, los pagos a los colegios profesionales, en definitiva la filosofía imperante en los viejos, socializantes y humillantes “impuestos de actividades económicas” (o el impuesto obligatorio a las “Cámaras de Comercio”) por ser impuestos (imposiciones) previos a la obtención de cualquier beneficio que perjudican el desarrollo de una actividad comercial, acabarán por desaparecer de la faz del mundo desarrollado y prospero, precisamente para poder serlo.
Ahora bien, impedir que un joven pueda ganar unos pocos dólares o euros con su blog, al exigirle el pago de una licencia por desarrollar una actividad comercial ¿en su ciudad?, me hace pensar que el desvarío de los políticos ya es casi total. Esa Filadelfia socialista, que persigue a los blogueros por defraudadores de impuestos, lejos de ser un desvarío de un alcalde gagá, pronto será un “programa” de coerción de lo digital con la excusa de “Hacienda somos todos” y no nos llega para “despilfarrar”. No descansan.
¿Vendrá de los ciudadanos digitales la justa y necesaria revuelta fiscal de los humildes? Filadelfia, la quinta ciudad de EE.UU en número de habitantes, puede ser un buen termómetro. Comprobaremos la temperatura de la blogosfera en la gran ciudad.
Vía | citypaper.net