Expertos de compañías aseguradoras afirman que la piratería es la culpable de la muerte de cinco personas en el pasado festival de música de Pukkelpop. A mediados de agosto, los conciertos organizados en la ciudad belga de Hasselt terminaron con cinco de los asistentes muertos, debido al derrumbamiento de uno de los escenarios, a causa de una fuerte tormenta.
Ahora, un pequeño artículo publicado en Le Figaro Magazine afirma que varios expertos en seguros dicen que la tragedia fue consecuencia del descenso de ventas musicales. Es decir, que las descargas y el intercambio de archivos son los culpables de la muerte de esas cinco personas. Siguiendo el retorcido y falaz argumento, se supone que el hecho de que se vendan menos CDs hace que haya más asistencia a los conciertos, lo cual ocasionó la tragedia en Pukkelpop. Sin embargo, el festival de Pukkelpop cuelga el cartel de entradas agotadas año tras año.
En el artículo de Le Figaro Magazine, los expertos aseguran que “los grupos tienen una necesidad vital de hacer conciertos gigantes; sobrecargar las gradas, los equipos y las pantallas. La lluvia y el viento no destruyen más que antes, pero cuando lo hacen causan mucho más daño”. Y el daño, en esta ocasión, son cinco muertes y varias decenas de heridos.
El razonamiento lógico detrás de la tragedia ocurrida en Pukkelpop el pasado mes de agosto es sencillo: la organización y las compañías aseguradoras no supieron prevenir males mayores, ya que expertos en climatología consultados por los medios afirman que la tormenta se podía prever y, de hecho, estaba en marcha la alerta por lluvias y vientos el día del accidente.
El argumento usado por las aseguradoras, y respaldado por la industria musical, es la gota que colma el vaso. La industria, los últimos meses y años, ha insistido en que el intercambio de archivos es una lacra para la sociedad: provoca pérdidas económicas millonarias, hace que se pierdan puestos de trabajo, es lo mismo que robar en una tienda física… Según la industria, la piratería ha llegado, incluso, a financiar el terrorismo internacional.
Todo eso sin tener en cuenta la eterna lista de insultos que han lanzado algunos famosos relacionados con la industria musical y del cine, como Alejandro Sanz o Javier Bardem, entre otros. El sector empresarial ha tildado a los ciudadanos e internautas de terroristas, ladrones, proxenetas, mafiosos, peristas y un largo etcétera. Pero que las descargas sean responsables por la muerte de cinco personas es lo más surrealista.
Vía | Numerama
Foto | Tetrabrain
