El teniente general, Keith B. Alexander será con casi toda seguridad el jefe del nuevo cuerpo del ejército estadounidense: un comando responsable de la 'ciberguerra'. Alexander es desde 2005 el director de la Agencia de Seguridad Nacional, cargo que mantendrá a la vez que será ascendido a general. El 'cibercomando' tiene luz verde del Departamento de Defensa desde octubre de 2009 aunque Alexander tenía que comparecer frente a los senadores para ser confirmado.
Antes de esa comparecencia, Alexander envió al Senado un escrito en el que contestaba a 32 preguntas de los senadores. En el documento, el nuevo general ha avisado de que las directivas y los controles legales que rigen el combate cibernético se han quedado atrás. Según el oficial estadounidense, la capacidad tecnológica del Ejército ha avanzado tan rápido que las normas que deben encargarse de regular su funcionamiento no han sido capaces de seguir el ritmo. Alexander ha afirmado, sin embargo, que la Casa Blanca y el Pentágono están "trabajando duro" para ponerlas al día.
En el documento, se explica también qué clase de objetivos tendrá el nuevo cuerpo militar. No serán muy distintos de los de los comandos tradicionales aunque cambian los métodos: todo aquello que necesite de ordenadores para funcionar será susceptible de ser atacado, desde los sistemas de defensa aérea hasta el control de los cuarteles generales. Será un trabajo defensivo, por tanto, pero también ofensivo aunque en éste caso sólo podrá llevarlo a cabo en territorio estadounidense bajo orden directa del presidente del país. El teniente general ha afirmado que serán sensibles con las estructuras civiles para limitar el impacto sobre la población civil, de acuerdo con las reglas de la guerra.
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