Un ciudadano de Estados Unidos ha presentado una demanda colectiva contra Microsoft por rastrear y localizar de forma automática los usuarios de teléfonos móviles equipados con el sistema operativo Windows Phone 7. En concreto, la demanda acusa a los de Redmond de diseñar de forma intencionada un software para ignorar la opción que deshabita el rastreo. Los principales objetivos de la demanda son medidas cautelares y una indemnización.
El software en cuestión sería capaz de transmitir datos como coordenadas de latitud y longitud aproximadas. El sistema de rastreo estaría instalado dentro de la aplicación de cámara de fotos, de modo que, supuestamente, el rastreo sólo está activo mientras se usa la cámara del teléfono, aunque se desconoce si Microsoft guarda registros de las ubicaciones donde se han tomado las fotos.
La demanda cita una carta que Microsoft envió al Congreso de los Estados Unidos en la que asegura que la compañía solamente recoge datos de geolozalización bajo el consentimiento expreso de los propietarios de sus gadgets. Según la demanda colectiva, “las declaraciones de Microsoft ante el Congreso son falsas”.
A principios de agosto, además, los de Redmond se vieron involucrados en otro caso de rastreo de usuarios, en este caso de ordenadores, además de teléfonos. En esta ocasión, el sistema empleado era muy preciso, puesto que era capaz de saber el edificio donde estaba la persona en cuestión. Lo más grave es que los datos registrados estaban al alcance de cualquiera y representados en un mapa similar a los de Google Maps.
Pero el caso de Microsoft no es el primero que levanta sospechas en el ámbito del rastreo de ubicaciones en los usuarios de teléfonos inteligentes. Meses atrás, Apple estuvo en el ojo del huracán por un sistema parecido que almacenaba los datos de geolocalización durante un año sin e consentimiento de los usuarios. Al cabo de unos días, los de Cupertino lanzaron un parche para solucionar el problema, pero 27.000 ciudadanos de Corea del Sur presentaron una demanda contra la empresa.
Y no sólo fue Apple, sino que al poco tiempo también se descubrió que Google hacía lo mismo con los teléfonos que utilizan Android. Por ello, ambas compañías llegaron a recibir citaciones de las autoridades gubernamentales del país para que explicasen exactamente qué sistema utilizan para rastrear a los usuarios de smartphones.
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