La "nostalgia millenial" y los años en que internet daba mucho espacio a compartir: mi nochebuena multicultural con Couchsurfing

Couchsurfing me parece de las mejores cosas que me ha dado internet, además de la posibilidad de teletrabajar y ser nómada digital, claro

Os comparto cómo fue mi cena de Nochebuena en 2011 con personas de varios países gracias a esta web de "economía colaborativa"

Kelsey Chance Tah2ca Bl5g Unsplash
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Ahora que está tan de moda recordar la era de los comienzos de los 2000 y los primeros años de década de 2010, nos da la nostalgia de cómo los millennials comenzamos a relacionarnos con la tecnología, hacemos bromas sobre cómo eran nuestras primeras redes sociales y con cómo hacíamos uso de ellas.

Yo no puedo evitar acordarme mucho del Fotolog y del Tuenti, de cómo utilizábamos Facebook al principio donde hablábamos unas personas con otras sin filtro en el muro abierto (el otro día me llegó un recuerdo de hace más de 10 años en el que yo ponía en mi muro que no encontraba el móvil, que me iba a pasar el fin de semana con X amiga y que si alguien me necesitaba para algo que la llamaran a ella- más natural no se podía ser).

Y también siento que en toda esta "nostalgia millenial" merecen una mención especial aquellas webs de consumo colaborativo donde el Couchsurfing se llevaba la palma.

Para mí el Couchsurfing era un sueño hecho realidad en mis ideas de economía colaborativa, de compartir, de ayudarnos unos a otros, de poder viajar conociendo nuevas realidades a fondo. Gracias a esta web, me pude alojar en casas de familias y personas locales con las que aprendí muchísimo de sus costumbres, idiomas y dinámicas, algo que es oro puro a la hora de viajar: poder mezclarte, romper prejuicios, conocer el lugar que te acoge... y también recibí a gente genial en mi casa.

Una gran usuaria de Couchsurfing

A mí esta red social me dio infinitas alegrías durante muchos años. Me parece de las mejores cosas que me ha dado internet, además de la posibilidad de teletrabajar y ser nómada digital, claro.

Tengo muchísimos amigos y amigas que he conocido gracias al Couchsurfing y me permitió viajar sin gastar mucho dinero en varios países y, al mismo tiempo me permitió tener gente muy interesante en mi casa de la que también aprender mucho.

Es decir yo no solo viajé por ciudades, quedándome en casa de otras personas, sino que cuando yo tenía mis propias casas alquiladas en lugares como Sarajevo, como Bogotá o como Essaouira, en Marruecos la gente también se alojaba en mi casa. Porque, además, a algunos de mis compañeros y compañeras de piso también los conocía gracias a esta plataforma o, por casualidad, también eran usuarios, y estábamos toda la casa muy metida en el universo este.

Era muy divertido en general. La gente con nuevas historias y experiencias nos llenaban nuestras casas de alegría.

La nochebuena multicultural de 2011

Cuando me mudé a vivir a Marruecos en el año 2011 publiqué en un grupo de Couchsurfing que estaba buscando una habitación para alquilar durante unos meses con otras personas.

Me respondió primero una chica italiana y después me respondió otra de China que había vivido casi siempre en Alemania, para contarme que ellas también tenían el plan de mudarse a pasar ese invierno de 2011 a Marruecos. Vimos que teníamos historias similares de viajes e intereses parecidos y decidimos alquilar una casa entre las tres. La alquilamos durante dos meses. Yo luego me fui a vivir con una familia marroquí que conocía, a un pueblo, lo que me ayudó mucho para aprender el idioma que era lo que quería.

Al ser las tres couchsurfers, también llegaban muchas personas a alojarse en nuestra casa. Ninguna de las tres celebrábamos la Navidad, así que no "volvimos a casa como el turrón" pero sí que decidimos hacer una fiesta. Una de mis compañeras, la chica de Italia, una persona muy alegre, propuso la idea de compartir en un grupo abierto dentro de Cocuhsurfing la posibilidad de hacer una fiesta común.

Comentó que queríamos juntarnos varias personas el 24 de diciembre y que cada persona tendría que traer una comida relacionada con algo típico de su país. Cenaríamos en nuestra casa y luego saldríamos de fiesta, quien quisieran salir de fiesta. El resultado fue súper divertido. En nuestra casa nos juntamos unas 20 personas de 8 países, si no recuerdo mal y muchas comidas variadas: además de nosotras, había gente de Suiza, España, Francia, Marruecos, Holanda, Rusia...

Con algunas de estas personas aún conservo la amistad.

Imagen| Foto de Ms.Sue Huan en Unsplash

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