Muchas son las "joyas" (en muchas ocasiones con gran polémica) que salen de la boca de CEOs y líderes millonarios sobre la necesidad de que los trabajadores echemos muchas más horas en el trabajo, sobre la importancia que tiene que estemos vigilados en nuestra jornada laboral para ser más productivos, o incluso sobre aumentar el paro para que los asalariados sepamos apreciar más el hecho de tener un empleo.
Trabajar consume una enorme parte de nuestro día a día y también de nuestra vida. En España, durante el gobierno de Mariano Rajoy se acordó que a partir del 2013, la edad de acceso a la pensión de jubilación depende de la edad del interesado y de las cotizaciones acumuladas a lo largo de su vida laboral, requiriendo haber cumplido la edad de: 67 años o 65 años cuando se acrediten 38 años y 6 meses de cotización.
Pues bien, tenemos que Alemania, una de las economías más fuertes de Europa y para muchas cosas un referente, tiene unas condiciones de jubilación peor que las nuestras y eso lleva a que cada vez más muchas personas sigan trabajando con más de 67 años de vida.
Trabajando cerca de los 70 años
El tema de Alemania es que, aunque la pongamos de ejemplo a menudo por sus políticas sociales, con los jubilados no hay tanta generosidad: la edad de jubilación en Alemania es de 67 años con 45 años cotizados y cuenta con una tasa de reemplazo de las pensiones del 52,8%. Esto se traduce a que un jubilado alemán cobrará una pensión de aproximadamente la mitad de su último salario.
En España una pensión se nos queda con, aproximadamente, el 80% de nuestro salario. Eso se traduce a que, de media, una persona ya jubilada aquí cobra más que una persona del país germano y que muchos jubilados del país europeo no consiguen llegar a fin de mes con sus pensiones y deben buscarse un empleo para complementarlas.
Por tanto, el panorama se presenta en Europa con países con muchas personas mayores, en edad de cobrar su jubilación y menos jóvenes para nte, no podemos obviar que la esperanza de vida ha crecido y, de hecho España es de los países del mundo con una de las más altas y que, por otro lado, la natalidad es baja, lo que se traduce a menos gente joven, mientras las políticas migratorias no facilitan la llegada de personas jóvenes de muchos países del mundo.
Una práctica que podría llegar a España
Por tanto, el panorama se presenta en Europa con países con muchas personas mayores, en edad de cobrar su jubilación y menos jóvenes para trabajar y cotizar. Por lo que, lo que está sucediendo en Alemania podría extenderse a otros países de la eurozona pronto.
Hay otros factores también a tener en cuenta como que hay jefes que prefieren profesionales veteranos, porque "trabajan más duro" que la 'Generación Z'. Ya hemos recogido en Genbeta cómo hay líderes que sobre los profesionales senior consideran que "la curva de aprendizaje es un poco más larga" pero, al mismo tiempo, "una vez que lo consiguen, es refrescante" porque dice que hacen sus labores, llegan al lugar puntuales y tienen "ética de trabajo" para referirse a que tienen compromiso con la empresa.
Con esto, en Alemania también se ha visto que grandes empresas necesitan trabajadores cualificados y con experiencia y piden a personas jubiladas que vuelven a sus puestos de trabajo anteriores.
Imagen | Foto de Jen Theodore en Unsplash
Vía | Xataka
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