Do Not Track se ha estancado. El acuerdo entre caballeros de la industria publicitaria, que argumentó su capacidad de autorregulación para que no interviniera nadie ajeno, se ha quedado en tierra de nadie. Intentos ha habido y apoyo de la industria también, pero la decisión de Microsoft de activar Do Not Track por defecto en Internet Explorer 10, ha ayudado poco a que la iniciativa progrese... o ha sido la excusa perfecta para no seguir.
Dos senadores norteamericanos, Jay Rockefeller y Richard Blumenthal, pretenden romper el impasse con una iniciativa legislativa, denominada Do Not Track Online Act, que permitiría a la Comisión Federal de Comercio (FTC) regular Do Not Track y lo más importante, sancionar a quienes no respeten los deseos del usuario respecto del tema.
Jay Rockefeller tiene tras de sí un interés manifiesto en apoyar DNT, tras el intento en 2011 de regular el asunto por ley. Iniciativa que se vio truncada tras una reunión en la Casa Blanca a principios de 2012, en donde se acordó por parte de un importante grupo de empresas implementar de forma voluntaria la opción DNT.
Ha pasado un año desde entonces y todo ha quedado en humo. Ahora el senador Rockefeller vuelve a la carga, con el peso que le otorga ser el presidente del Comité de Comercio, Ciencia y Transporte del Senado norteamericano.
Las compañías en línea están recogiendo enormes cantidades de información, a menudo sin el conocimiento ni el consentimiento de los consumidores. [...] Los consumidores deben tener la facultad de tomar su propia decisión acerca de si su información se puede controlar y utilizar en línea. [...] Mi proyecto de ley da a los consumidores la oportunidad de decir simplemente 'no gracias' a todos aquellos que recopilen información personal en línea.
La fórmula para regular Do Not Track está ya perfilada. Si el usuario manifiesta su preferencia de no ser seguido, las empresas sólo podrán recopilar información necesaria para el funcionamiento de su servicio en línea. Las compañías se verán obligadas a destruir o convertir en anónimos los datos de carácter personal cuando ya no sean necesarios (entiendo que el ámbito no debería exceder la sesión).
Si la propuesta de ley de Jay Rockefeller prospera, el ámbito de aplicación será obviamente Estados Unidos, pero podría tener un efecto dominó en otros países, especialmente en la Unión Europea, tan beligerante en estos temas de un tiempo a esta parte.
Personalmente creo que sí es necesaria una regulación que ampare la voluntad del usuario. Cuestión distinta es que un fabricante anticipe mi voluntad y ejerza mi derecho por su cuenta. En esto Microsoft, de forma consciente o inconsciente, se ha equivocado.
No estoy en contra de la publicidad, ni mucho menos. Tampoco de que se recopile información de mis hábitos de navegación para recibir ofertas afines a mis gustos. Lo que sí deseo como usuario, es que cuando exprese el deseo de no ser rastreado, se respete.
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