Continuamos con nuestro especial de las diez tecnologías que cambiaron el mundo con la interfaz gráfica, algo que ahora parece tremendamente obvio pero que fue una completa revolución hace menos años de los que creemos. El paso de tener centenares de caracteres en el ordenador a tener un mapa de bits basado en píxeles lo cambió todo.
Su origen es turbio y cada persona cuenta su propia versión, pero afortunadamente la historia de la informática nos ayuda a aclarar las cosas. Para hacerlo tenemos que remontarnos en los inicios de la informática personal, cuando todos los ordenadores funcionaban a base de comandos y la creencia de que los ordenadores podrían ser usados por personas normales y corrientes y no expertos era eso, una creencia. Algo fantástico que jamás iba a ocurrir.
Los orígenes: Xerox
Trasladémonos a 1970. En las oficinas principales de Xerox (las llamadas Xerox PARC), un científico llamado Alan Kay quería fabricar un ordenador tremendamente sencillo, que pudiera ser usado por niños. Ese ordenador se llamaría Dynabook y haría que los equipos de ingenieros empezasen a trabajar en un mapa de bits que se colocaría encima de la capa de comandos del sistema para que el ordenador fuese más amigable. Ventanas, archivos, carpetas… todo tendría un símbolo gráfico. El problema fue la cantidad de potencia computacional que se necesitaba, ya que estábamos hablando de miles de píxeles y cada uno tenía que saber si era negro o blanco (no estaréis obviando que las pantallas eran en color, ¿verdad?). Por cierto, el trabajo en esa interfaz gráfica también dio lugar al Smalltalk, un lenguaje de programación basado en objetos.
Mientras tanto, en Apple, Jeff Raskin discutía con los jóvenes fundadores de la compañía Steve Jobs y Steve Wozniak. A su parecer, y a pesar de su tremendo éxito, el Apple II era un ordenador demasiado complicado y había que encontrar un modo de solucionar eso con el próximo ordenador que iba a lanzar Apple. Y cuando Jef se enteró de que en Xerox estaban trabajando en algo llamado “interfaz gráfica”, no tardó en pedir a Jobs y a Wozniak ir a ver ese invento.
La visita de Steve Jobs
Tras discutirlo, Jobs finalmente aceptó ir a ver el trabajo de los chicos de Xerox con la condición de que ellos invertirían en Apple al mismo tiempo que les revelaban todo el trabajo, sin esconder nada. Costó varios encuentros, pero al final Jobs pudo ver esa interfaz gráfica. Estamos ya en 1979. Sí, han pasado casi diez años desde que Alan Kay tuvo la idea.
Jobs se maravilló al ver la interfaz gráfica por primera vez. Bombardeó a preguntas a los creadores, y al mismo tiempo les dijo que “estaban sentados en una mina de oro”. Para Jobs, “era increíble que Xerox no estuviese aprovechando esta idea” (de hecho, si la hubiese aprovechado ahora Xerox sería seguramente la líder en el mercado de la electrónica personal). Es algo que en la reciente biografía del fallecido cofundador de Apple se cuenta muy detalladamente.
En el minuto 9:13 del vídeo superior podemos ver un fragmento de la película Los Piratas de Silicon Valley, donde Noah Wyle refleja ese momento de la historia de la informática personal. Sigue justo aquí:
Como podéis ver, Xerox desestimó la idea. Pero para Steve Jobs, “era como si una cortina se hubiese caído, podía ver cómo iba a ser el futuro de la informática”. Steve Jobs hizo que sus ingenieros mejorasen esa interfaz, ideando un ratón con un sólo botón y no tres botones como el que tenía Xerox. Ese ratón se movía en todas direcciones gracias a una bola central, y no sólo vertical u horizontalmente. El cursor era capaz de arrastrar ventanas e incluso lanzar archivos dentro de una carpeta tal y como lo hacemos aún hoy, como si fuese físicamente. Apple aprovechaba la idea de Xerox al máximo creando cosas que aún usamos hoy. El resto, es historia.
La desaparición del cursor y la conservación de las bases
Desde ahí, la interfaz gráfica ha crecido uniformemente: más resolución, más píxeles, pantallas a todo color… se podría llamar evolución a lo que está pasando con las interfaces táctiles y a las controladas por voz, pero al fin y al cabo la base de los píxeles sigue entre nosotros. Y pocos se atreven a imaginar qué puede venir luego.
Curiosamente, Steve Jobs siempre tenía como máximas dos frases pronunciadas por Alan Kay, el pionero de la idea de un ordenador fácil de usar: “Quien se toma el software en serio debería fabricar su propio hardware“ y “la mejor forma de predecir el futuro es inventándolo“. Sobran las palabras para decir que Apple ha seguido esas dos máximas al pie de la letra.
Ahora es tu turno de cambiar el mundo con Imagine Cup. La competición de Diseño de Software de Imagine Cup 2012 se basa en el desarrollo de aplicaciones y soluciones que puedan lograr convertir el mundo en un lugar mejor. La final mundial que se celebrará a principios de Julio en Sidney, Australia.
En Genbeta | Especial Diez tecnologías que cambiaron el mundo
Imágenes | Brett Jordan, Don DeBolt y Karl-Ludwig Poggemann
Ver 43 comentarios