En una ocasión, escuché—si a un empleado le pagas el doble de lo que vale, querrá permanecer en tu empresa durante mucho tiempo—. En ese momento, me di cuenta que nadie te regala nada a cambio de nada; que no siempre se paga a un profesional por el valor que aporta y mucho peor; por qué todos en algún momento de nuestra vida, nos habíamos encontrado con el típico incompetente que gana más que nosotros y no se marcha de la empresa ni con agua caliente.
Seguramente, a lo largo de tu experiencia profesional, has vivido o te has contado, ciertas situaciones que te han descolocado y te han hecho pensar que, tal vez, pudieras estar haciendo algo mal porque no tienes el salario que mereces:
- Un conocido te cuenta lo bien que pagan en su empresa
- Otro, que a pesar de lo mal que pagan en la suya, le hicieron una increíble oferta económica
- Te ha llama un recruiter, ofreciendo mejores condiciones profesionales que las tienes actualmente
- E incluso, te aconsejan que si quieres ganar más dinero, digas en tu empresa que te marchas para provocar una contraoferta.
Es probable que la mayoría de nosotros, hayamos pasado por cada uno de esos escenarios y tal vez, no hemos sabido gestionarlo de la mejor manera posible. Por eso, si te estás preguntando qué puedes hacer para mejorar económicamente, recuerda que tanto si te cambias de trabajo como si recibes una contraoferta en tu empresa, tiene una responsabilidad y por supuesto, un riesgo que debes estar dispuesto a asumir.
1. Si el salario es la única razón que te desmotiva, solicita un aumento en tu empresa
Si el salario es la razón por la que no estás satisfecho, busca un aumento antes de valorar un cambio de empleo.
Partiendo de la base que todos trabajamos a cambio de dinero, hay momentos vitales, donde el salario es prioritario. Cada uno, tenemos nuestras circunstancias, y nadie es mejor ni peor persona (ni mucho menos profesional) por ganar más o menos dinero. Por tanto, querer tener un mejor salario a final del mes, es absolutamente lícito, pero no siempre es lo más importante.
Evalúa si lo que le falta (o le sobra) a tu puesto actual, se puede solucionar con dinero. Si el salario es la única razón por la que no estás satisfecho en tu trabajo, quizás deberías buscar un aumento antes de valorar un cambio de empleo.
Si la mejora salarial que te gustaría, no es viable en tu empresa y para ti, es imprescindible tener un mayor salario para sentirte motivado. Sí es recomendable que valores un cambio de trabajo.
2. Aprende a gestionar ofertas y contraofertas
Como comentaba en el punto anterior, antes de valorar un cambio de trabajo, es aconsejable hablar primero con tu empresa para ver si pueden ofrecerte lo que necesitas. Si no es así, entonces es el momento de empezar a ver otras opciones profesionales.
La mayoría de nosotros, nos hemos sentido valorados cuando no han hecho una contraoferta. Tendemos a pensar que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde y en el fondo de nuestro corazón, somos unos románticos, pero para qué engañarnos más, toda esta historia es mucho más fría de lo que pensamos.
Voy a comentar distintos escenarios que pueden darse a la hora de aceptar (o no) contraofertas. Lo más importante es identificarlos y aprender a gestionarlos:
La empresa va a hacer todo lo posible porque te quedes
Los ultimátums nos hacen reaccionar a todos
Cuando tu empresa no se espera que te quieras marchar y le pilla de sorpresa, como norma general, harán todo lo posible para que te quedes. De hecho, es bastante probable que jamás de los jamases te hayas sentido más valorado que en ese momento.
Me encantaría decirte que siempre que una empresa hace una contraoferta, el único motivo que les empuja a hacerlo es tu profesionalidad, lo que te valoran y lo indispensable que eres, pero no siempre es así. A veces, hay otro motivo: buscar y contratar a tu sustituto, es más costoso.
El mundo del software, es un sector con un bajo índice de desempleo, encontrar un sustituto no es fácil y si además, aportas un valor diferencial, harán todo lo imposible para que no te marches. Los ultimátums nos hacen reaccionar a todos, por eso, es probable que te hagan promesas, solo escuches lo que quieres oír y tal vez, veas pasar el tiempo sin que se cumplan tus expectativas.
Verdad o mentira, es una realidad que ocurre con bastante frecuencia. Si llega ese momento, analiza si quedarte en tu empresa te puede suponer un paso atrás.
Si tomas la decisión de cambiar de trabajo, mira hacia delante
Una de las mayores ventajas que tenéis los desarrolladores de software es que no os faltará trabajo. A día de hoy, tenéis mucha oferta y por tanto, tenéis poder de elección. Eso sí, un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
Si has tomado la decisión de cambiar de trabajo, significa que has invertido tiempo, ilusión e incluso has organizado tu vida buscando nuevas ofertas de empleo, investigando y conociendo a las empresas, haciendo entrevistas, pensando, analizando y valorando una nueva vida profesional con nuevos retos, aprendizajes, jefes, cultura, compañeros, horarios, tecnologías, proyectos, etc..
No es una tontería, te lo has tomado muy en serio y por eso, es importante que lo tengas en el mente y lo recuerdes cuando tu empresa te haga una contraoferta.
El sentimiento de miedo y tener dudas, es inherente en un proceso de cambio
Hasta que no veas materializada la oferta, no serás consciente que ese cambio de trabajo es una realidad
De hecho, es bastante probable que hasta que no veas materializada la oferta, no seas consciente que ese cambio de trabajo es una realidad. Además, si hablas con tu jefe para comunicarle tu baja e intenta convencerte para que no te vayas, sentirás inseguridad e incluso, tal vez, tengas una extraña sensación de culpabilidad. Esta situación es de libro de contraofertas, así que te aconsejo frialdad para que nadie decida por ti.
Todos tenemos miedo al cambio, la diferencia entre unos y otros, es cómo lo afrontamos.
Si son otros factores los que te desmotivan, el dinero no será la solución
Si realmente no estás a gusto en tu empresa, aceptar una contraoferta económica, no solucionará tu problema
Antes de aceptar una contraoferta, piensa si lo que te ofrece tu empresa, va a solucionar lo que ha hecho que quieras irte a otro sitio.
Cuando realmente no estás a gusto en tu empresa, porque lo que te afecta son otros factores que no son salariales, aceptar una contraoferta económica, no solucionará tu problema. De hecho, seguirás teniendo los mismos problemas en tu día a día, habrás perdido una buena oportunidad y es posible que tu profesionalidad, pueda verse afectada.
Si estás desmotivado, agotado e incluso quemado, tu permanencia en la empresa, no es sostenible a golpe de talonario.
Si decides cambiar de trabajo, el cambio tiene que ser a mejor
Antes de cambiar de trabajo, analiza si tu nuevo trabajo, cumple tus expectativas. Es cierto que es un riesgo, y hasta que no te incorpores en tu nueva empresa, no sabrás si el cambio es a mejor o a peor. Pero si sabes lo que quieres, has hecho un buen proceso de selección y por supuesto, has pedido referencias, tendrás información para decidir, si es el momento y la empresa para comenzar una nueva aventura profesional.
Intenta tomar una decisión objetiva, no te cambies de trabajo por impulso, pero tampoco te queden tu empresa por resignación. Si decides cambiar de trabajo, haz un análisis de pros y contras y si el resultado es positivo, adelante. Por si puede ayudarte, suelo realizar con los desarrolladores, un ejercicio muy sencillo: la comparación entre la situación profesional actual y la deseada.
Situación Actual:
Lo que te gusta | Lo que no te gusta |
---|---|
Situación Deseada:
Lo que te gustaría | Lo que no te gustaría |
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Haz una comparativa de lo que más y menos te gusta de tu situación actual, además de lo que te gustaría y no te gustaría tener en su nuevo trabajo, te ayudará a tomar decisiones.
Si vas a aceptar una contraoferta, negocia muy bien las nuevas condiciones
Si aceptas una contraoferta, negocia muy bien las nuevas condiciones y cuida la forma en la que se puede interpretar por tus compañeros
Si eres de los que has utilizado esta estrategia para que tu empresa te ofrezca mejor salario o “simplemente” cambiaste de opinión en el último momento, es aconsejable que negocies muy bien las nuevas condiciones profesionales. Si no lo haces, no solo tendrás el mismo problema a corto plazo sino que además, habrás hecho visible tus intenciones, te habrás expuesto y tanto tu permanencia en la empresa como tu lealtad, se pondrán en duda.
Si aceptas una contraoferta, negocia muy bien las nuevas condiciones y gestiona de la mejor manera posible que tus jefes y tus compañeros, no te perciban de forma distinta. Es decir, deja claro que eres un profesional firme en tu decisión y cuida que no desconfíen de ti.
La contraoferta de la contraoferta es el peor de los escenarios
Recuerda dejar siempre la puerta abierta
Ya hemos visto que se pueden dar distintos escenarios a la hora de aceptar o no una contraoferta, pero hay uno que desde mi punto de vista, no lo recomiendo: el juego a dos bandas e incluso a tres.
Recomiendo ser honestos y no utilizar a los demás. Si queréis mejorar vuestra situación actual, el fin no justifica los medios, se pueden hacer las cosas bien. Lo mejor es dejar una puerta abierta ya sea con el recruiter, la empresa interesada en contratarte o en tu propia empresa, pero como juegues mal tus cartas, perderás la confianza de todos y de cada uno.
Si lo haces, recuerda que todo acto tiene una repercusión. Valora hasta qué punto te compensa.
Conclusión
Cambiar de trabajo es una decisión importante que impactará no solo en tu vida profesional sino también en tu vida personal. Intenta tener mayor control en la toma de decisiones,sin olvidar que tendrás que asumir riesgos.
Si te cambias de empresa, puedes ganar más dinero, puedes equivocarte …pero también, si te quedas. No dejes que los demás decidan por ti. La decisión es tuya.
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