Hay muchos libros y talleres sobre el delicado tema de cómo ser un jefe de proyecto exitoso. Algunos pueden rozar, incluso, el tema de la autoayuda en la difícil labor de llevar un equipo de la mejor forma y no morir en el intento. Es algo que preocupa mucho a nuestro sector, ya que siempre estamos lidiando con proyectos y equipos de trabajo.
Con el paso de los años, los buenos programadores acaban convirtiéndose en jefes de proyectos con cada vez más labores de gestión y menos de codificación. A veces no están preparados o simplemente no encajan lo suficientemente bien para llevar un equipo, son mucho mejores escribiendo lineas de código que organizando a un grupo de personas de forma eficiente.
Entre las habilidades que hacen a un jefe de proyecto un buen manager se encuentran facetas tan importantes como: la comunicación o la organización, sin olvidar la construcción de un equipo equilibrando y resolviendo los problemas que puedan surgir entre los integrantes del equipo.
Una buena comunicación
En todo tipo de tareas de gestión, lo primero y más importante, es saber comunicar las necesidades, expectativas y opiniones a otras personas. Es fundamental saber trabajar rodeado de gente, si no es muy complicado convertirse en gerente. El jefe de un equipo de desarrolladores tiene que saber enviar los mensajes correctos a los demás y asegurarse que todos lo entiendan para que todo trabaje como un engranaje con las piezas bien ajustadas. Las metodologías ágiles facilitan mucho esa labor de comunicación, gracias a la figura del Scrum Master, que tanto en las reuniones diarias como en las retrospectivas, se encarga de focalizar y dirigir el flujo de trabajo resolviendo los posibles impedimentos que le surge al equipo.
Un buena organización
Como ya hemos dicho antes, es muy común que muchos programadores después de alcanzar un cierto grado de experiencia pasen a ser jefes de proyecto. Lo que implica que a veces no dejen sus tareas de programación y las tengas que compaginar con la gestión del equipo: haciendo de dispatcher interna y externamente. Por eso, es importante ser capaz de organizar y diseñar un plan para el equipo que encaje con las reglas y proceso de la empresa.
Team Building
Un buen jefe de proyecto debe mantener a su equipo motivado. Saber transmitir, como decíamos en el primer punto, los objetivos del equipo y saber premiar su consecución. También es importante mantener el equilibrio dentro del equipo evitando la competencia entre sus miembros. Si un miembro se acelera sin ayudar a los demás, dejando al resto atrás, todo el equipo está condenado al fracaso. Un buen manager debe tratar de remediar esa situación, discutiendo con su equipo y, sobre todo, escuchando al equipo. Si un jefe de proyecto crea confianza entre los miembros de equipo, los miembros de éste se sentirán más apreciados y comprometidos.
Liderazgo
Escuchar los problemas de equipo no es suficiente. El jefe del proyecto es el líder del equipo por lo que tiene que dar ejemplo, tanto en la forma de trabajar correcta como en la resolución de los problemas que surjan. Ante la indecisión del equipo debe ser el que tire del carro, sin olvidar al equipo. Él es el que tiene que tener la visión más clara sobre la dirección a la que quiere que crezca el equipo. Debe ser el impulsor que transmita esa visión al resto y demuestre que es posible.
Dominar la tecnología
Una de la ventajas más importantes de los desarrolladores que pasan a ser gerentes es que conocen la tecnología de la que hablan los desarrolladores a su cargo. Se puede entrar en detalle y ver la problemática de algunas soluciones a nivel de líneas de código. Esto es muy beneficioso, ya que esté gestor puede aportar soluciones con pleno conocimiento y, si se da el caso, arrimar el hombro y picar código. Lo fundamental es el entendimiento mutuo de saber perfectamente en qué está trabajando los miembros de su equipo.
En Genbeta Dev | Carta de un Jefe de Proyecto a los Desarrolladores, Las categorías profesionales pueden llegar a ser una distracción para programar
Imagen | Flickr