Es algo que hacemos todos, para unos temas u otros: preguntarle a Google. Eso lo saben en Alphabet Inc. y por eso implementaron lo que llaman "fragmentos destacados", resúmenes que aparecen junto al campo de búsqueda y que en apenas un párrafo pretenden responder a la búsqueda realizada.
Sin embargo, este sistema no siempre es tan efectivo como debería en sus respuestas, no atiende a los diferentes puntos de vista o contestaciones que pueden existir sobre un mismo asunto y eso es algo que pronto quieren intentar solucionar. Huyendo de respuestas únicas a preguntas complejas y de sesgos de confirmación provocados por la parcialidad de las propias consultas. Pero no es la panacea y en temas relacionados con la salud la iniciativa continuará siendo un problema.
Este anuncia, además, llega en un momento especialmente delicado para las compañías tecnológicas que enfrentan crecientes presiones políticas y sociales por la difusión de noticias falsas o inexactas, así como contenido extremista.
A veces, una sola respuesta no vale
En Google saben, como explican en el artículo que presenta estos próximos cambios, que a veces un único fragmento no es adecuado para todas las preguntas. Ejemplifican su afirmación con dos búsquedas: una sobre cómo configurar el reenvío de llamadas y otra sobre la calificación de los reptiles como mascotas.
En el primer caso, una respuesta genérica no hubiese ayudado a muchos usuarios. Cada operador varía la configuración de este servicio y los pasos no son los mismos. Es por esta razón que desde hace poco Google permite seleccionar un fragmento concreto. En esta búsqueda particular, aparece el nombre de los operadores para que cada cliente escoja el método que le funcionará. Sin embargo, no es tan sencillo en otros asuntos.
Lo que no solucionan: preguntas trascendentes como las de vacunas
Si una persona busca "los reptiles son buenas mascotas" debería obtener el mismo fragmento que la persona que busque "los reptiles son malas mascotas", porque básicamente buscan la calificación de estos vertebrados como animales de compañía. En cambio, lo que obtienen hasta el momento refuerza la opinión favorable o desfavorable contradiciendose entre sí. La forma que el buscador ha encontrado para solucionar el entuerto es mostrar respuestas múltiples al tiempo que exploran otras opciones.
Es una solución que puede ayudar en una búsqueda sin demasiada importancia como esa, que tiene más que ver con opiniones, pero poco en consultas mucho más serias y con implicaciones potenciales, por ejemplo, en la salud de la población. Es el caso, por ejemplo, de las vacunas. La diferencia entre una buena o una mala respuesta del buscador puede condicionar todavía más la opinión sesgada y equivocada de una persona. Porque los usuarios pueden entender que esas palabras enmarcadas están avaladas y validadas por Google. Aunque no sea así.
En Genbeta hemos hecho la prueba realizando varias búsquedas intencionales sobre el candente asunto y los resultados no dejan lugar a dudas: Google está tardando en tomar cartas sobre este asunto. Porque la verdadera epidemia son los antivacunas y sus respuestas, en las consultas hechas por personas que potencialmente temen supuestos efectos negativos, refuerzan tales posturas.
Sobre estas líneas una consulta sencilla que podrían hacer tanto aquellas personas pertenecientes a los movimientos antivacunas como las que tienen dudas sobre su efectividad o los posibles efectos adversos: "las vacunas son peligrosas". ¿La respuesta? Como podemos leer, alarmante y verdaderamente innecesaria; aunque provengan de un artículo que simplemente se pregunta sobre su hipotética peligrosidad. En su interior, para más inri, desliza a sus lectores interesados en salud ideas como la siguiente, que les pueden hacer desconfiar de la medicina.
Desde hace mucho tiempo, la vacunación parece ser el mayor avance de la medicina moderna. O al menos eso es lo que nos quieren hacer creer.
Siguiendo el ejemplo de Google con las inocuas preguntas sobre reptiles, escribimos ahora en el buscador "las vacunas son seguras". ¿Resultado? Ni un fragmento destacado, ni una respuesta inmediata más allá del clásico listado de resultados. Curioso que la tesis buena no obtenga una de estas respuesta, pero seguimos probando.
"Las vacunas funcionan", una consulta que podría realizar quien esté convencido de la afirmación o quien se pregunte eso mismo, tratando de despejar una duda, sí obtiene respuesta. No obstante, aunque el fragmento acierta y dice cosas como que "cada minuto las vacunas salvan cinco vidas" o que "gracias a las vacunas se ha erradicado la viruela del planeta, se está muy cerca de erradicar la polio y se han reducido casi un 95 % la incidencia de enfermedades como la difteria, el tétanos, la tosferina, el sarampión, las paperas o la rubéola", es la reseña de un libro que lleva por título la búsqueda que hemos hecho.
No es hasta buscar "vacunas seguras" cuando nos aparece un fragmento destacado que responde con mayor rigor. Al igual los medicamentos, las vacunas pueden tener algún efecto adverso, explica el texto, pero lo que se busca es que los beneficios sean mayores. Breve, sí, pero más clarificador y certero.
Queda claro, tras estos ejemplos, que Google necesita mucho más que ofrecer puntos de vista diferentes como respuesta destacada y directa a determinadas preguntas. Quizás, en cuestiones médicas, necesita verificar las respuestas que ofrece, optar por no ofrecerlas o asegurarse de que los usuarios están enterados sobre cómo conseguir una información verificada mostrándoles algún aviso en el que se les inste a acudir a un centro médico o consultar a un facultativo. Parte de estas medidas ya las llevan a cabo, pero no de forma general ni en todos los países.
Sin rigor y verificación es complicado ofrecer las respuestas adecuadas a las preguntas más complicadas y trascendentes. Google debería ocuparse de esto, sin dejar todo el peso de las respuestas en el trabajo de los algoritmos.
En Genbeta | De nuevo, Google destaca contenido ofensivo en sus resultados
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