La tecnología está avanzando a pasos agigantados, y todos los países quieren contar con los últimos avances. No contar con ella puede ser un signo de debilidad ante las potencias enemigas, y a veces para evitar caer en este problema tratan de enseñar avances que en realidad son ficticios. Esto precisamente es lo que ocurrió a Irán que hizo pasar una placa de desarrollo como si fuera un procesador cuántico.
Precisamente el interés en los ordenadores cuánticos no ha parado de aumentar en los últimos meses. Estos permiten realizar cálculos realmente complejos en pocos minutos y también procesar muchos datos para dar una respuesta. Algo que es usado normalmente en investigación, pero que se puede extrapolar a otros ámbitos por importancia geopolítica o la ciberseguridad.
Pero a veces los países pueden tratar de mostrar algo que en realidad no tienen. Tal y como ha destacado PC Gamer, la Universidad de Ciencias y Tecnologías Marinas Iman Jomeini enseñó lo que llamaron "procesador cuántico". Algo que sorprendió a muchos por sus características físicas porque no se correspondía a lo esperable de una placa que aloje un procesador cuántico.
Se vio como contaba con un tamaño realmente pequeño, de pocos centímetros, y los circuitos radiales daban una sensación de ser muy básicos para tener una potencia cuántica. Al momento, diferentes expertos como el antiguo asesor del Departamento de Estado de EEUU, Gabriel Noronha, confirmó a través de X lo que todos pensaban: que había tratado de vender una placa normal por una cuántica.
En su publicación, que se hizo sumamente viral, consiguió incluso encontrar este "procesador cuántico" en Amazon. Sin duda esto es lo más cómico de esta historia, ya que el gobierno de Irán simplemente entró a Amazon, pagó 589 dólares por una placa ZedBoard Zynq-7000 y salió a anunciar que en realidad era una placa cuántica.
Sus especificaciones en sí dejaba mucho que desear ya que únicamente admitía 256 GB de almacenamiento, 512 MB de RAM DDR3 con un procesador RM Cortex-A9 de doble núcleo. Obviamente, unas características que se alejan, y mucho, de poder mover un procesador cuántico en su interior.
Imagen portada | Gabriel Noronha (X)
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