Google censura las portadas de 'El Jueves': las considera material "pornográfico" y ya no se podrá leer la revista ni en Android ni Google Play

El Jueves, la revista que sale los miércoles, vuelve a ser noticia por sus portadas. Y no por una en particular, como en anteriores ocasiones, sino en general. Según han anunciado en un tuit, "Google Play considera que las portadas de El Jueves infringen su política de contenido por tratarse de material 'pornográfico'".

Por esta razón, explican en el mismo mensaje publicado en Twitter anunciando una noticia, "El Jueves ya no se podrá leer desde la plataforma de Google ni desde la aplicación de Android". Y añaden: "El progreso era esto, oye".

¿Contenido sexual explícito?

Probablemente, a falta de confirmación por parte de la revista satírica española, la infracción por contenido inapropiado se referiría a la calificada por Google como de "contenido sexual explícito". En el centro de políticas para programadores de Google Play, podemos leer que no permitirán "aplicaciones que contengan o promuevan contenido sexual explícito (por ejemplo, pornografía)".

El encabezado de este apartado añade, además, que "en general, no aceptamos contenido ni servicios destinados a brindar placer de carácter sexual".

A priori, tratándose de una publicación de ilustraciones humorísticas, difícilmente se podría hablar de pornografía como una "presentación abierta y cruda del sexo que busca producir excitación", así la describe el Diccionario de la lengua española.

Sin embargo, Google va más allá definiendo el contenido sexual explícito y, ofreciendo "ejemplos comunes de incumplimiento", destaca como contenido infractor "representaciones de actos sexuales o posturas sexualmente provocativas". Una tipología en la que alguna portada de la revista humorística podría haber entrado. Por ejemplo, la publicada en 2017 con los entonces príncipes Felipe y Letizia que les costó una condena por injurias a sus autores.

Aquella portada de El Jueves, retirada de los quioscos españoles por la policía tras haberse ordenado desde la Audiencia Nacional su secuestro, generó un amplio debate sobre el derecho a la libertad de expresión y la consideración del humor. El actual hecho puede ahondar en otro recurrente en el mundo digital: el del puritarismo habitual en plataformas como las de Google, Apple o Facebook.