Lo típico cuando estás haciendo una sopa es ir probando por si hay que rectificar de sal o algo. Esto mismo, dar a probar la sopa, es lo que ha sucedido con la Operación Chanel, en la que un juez de Nevada en los Estados Unidos de América, ha decidido secuestrar, robar y borrar 700 dominios de Internet.
La decisión la ha tomado tras escuchar las demandas de la empresa fabricante de productos de lujo que da nombre a la nefasta operación, por lo que se han transferido todos los dominios al registrador yankee GoDaddy. Además, el señor juez también ha ordenado a todos los buscadores y servicios de redes sociales que retiren esos 700 dominios de sus resultados.
La empresa francesa, muy muy preocupada por las falsificaciones de sus productos, ha presentado una demanda contra un total de 700 dominios. Pero no se limitó a eso, si no que a medida que va encontrando más dominios 'sospechosos' los añade a la demanda.
La última lista, del 14 de Noviembre, incluye 228. Y como viene siendo tristemente tradicional, ninguno de los administradores ha tenido oportunidad de exponer su visión del caso.
Para conseguir las pruebas, se contrató a un investigador privado, también del estado de Nevada, que se dedicó a comprar diferentes artículos, concretamente perfumes, en tres de los 228 dominios denunciados.
Una vez le llegó el pedido a casa, lo mandó a un empleado de Chanel, que dictaminó que los productos eran falsos. Basándose en estos tres dominios, los especialistas de Chanel dijeron que los otros 225 también vendían productos falsos, por lo que también fueron secuestrados.
Por el momento, casi todos los dominios apuntan a una página en la que se informa a los demandados del cierre del dominio, aunque ni Bing ni Google parecen haber cumplido con la petición judicial de borrar los resultados.
Lo curioso del caso, es que al juez no le ha importado si los dominios estaban registrados en uno de los proveedores con base en los Estados Unidos de América. Simplemente ha dicho "hágase", obligando a todos los registradores fuera de los EUA a transferir los dominios afectados a GoDaddy. No sólo se cierra el dominio, si no que se expropia.
Casi todos los dominios .com o .net ya están re-dirigidos, aunque faltan algunos, como poshmoda.ws, registrado en Alemania, que aún sigue funcionando (ACTUALIZACIÓN: Como mínimo desde el 27 de Diciembre, el dominio ya apunta a la página informativa de la expropiación. Alemania también se pliega al Tío Americano).
Y en lo referente a la prohibición dirigida a los servicios de redes sociales, no es que haya prohibido que los ciudadanos americanos puedan acceder a los enlaces, si no que ha especificado que borren cualquier mención, cosa que afecta a todos los usuarios del servicio, estén en el país que estén.
Éste movimiento es realmente preocupante, ya que se está aplicando una premisa que, por el momento, todavía no es legal, o al menos queda en el limbo. Si se aprueba la SOPA o PROTECT-IP, tanto los titulares de los derechos (en este caso Channel) como los jueces, si que podrían hacer lo que han hecho, y con cobertura legal.
Pero de momento, sólo de momento, ni PROTECT-IP ni SOPA se han aprobado, por lo que el hecho que un juez del estado de Nevada, recordemos que sin ningún juicio y sólo a requerimiento del denunciante, lance una petición para secuestrar dominios registrados en terceros países, así como ordenar a todos los buscadores y redes sociales que los borren de sus resultados, es bastante preocupante.
Pero aún más preocupante es que los registradores situados fuera de las fronteras de los EUA acepten la petición sin chistar, ya que están cediendo su soberanía y potestad a un juez extranjero. En todo caso, y sin ninguna de las leyes basura o el tratado ACTA en vigor, digo yo que el juez americano debería haber solicitado que un colega suyo en el país en cuestión realizara la orden de cierre.
Cabría preguntarse si los administradores de los dominios afectados podran reclamar algún tipo de responsabilidad por esta flagrante injerencia en el derecho internacional.
Si estas acciones siguen así, con registradores y proveedores actuando por puro miedo a las órdenes de jueces regionales de terceros países, ya no hace falta ni SOPA, ni PROTECT-IP ni ACTA. El miedo y la paranoia habrían vencido al sentido común. Esperemos que no pase.
Vía | Ars Technica Foto | Jennifer Martinez