Lo decíamos hace semanas. Se veía venir desde hace meses. Con el cambio de jefazos en la jerarquía militar y de Inteligencia americana, la batalla contra Internet se ha estado recrudeciendo.
Menciones al próximo Pearl Harbor han terminado derivando en la creación de clones del US-CYBERCOM, la rama militar que se ocupa de la red, tanto a nivel local, como europeo (y cómo no, aquí también queremos ser modernos) previo aumento del presupuesto destinado, como mandan los cánones neocon.
Filtros dignos del Politburó Central de Beijing, endurecimiento de penas para delitos relacionados con Internet (equiparando penas de crímenes con sangre con depende qué actividades coordinadas de acceso a una web) y, finalmente, convirtiendo la red en el nuevo campo de batalla, con una estrategia definida (1 y 2), incluyendo intentos para dotar a un POTUS con la capacidad de 'apagar' la red.
Ahora, siguiendo con la estrategia, desde el Pentágono planean rastrear el mayor número de redes sociales posible, con el fin de identificar posibles eventos como las revueltas árabes.
Los palmeros locales seguro que querrán enterarse también de los paseos organizados en calles y plazas...
¿Recuerdan las identidades confiables? Pues el Departamento de Defensa ofrece 42 millones de dólares para investigar y desarrollar herramientas de monitorización y espionaje en los servicios de redes sociales para, como decíamos, seguir rastros de información que puedan llevar al 'fomento del malestar'. Ya saben, el neo-terrorismo de moda.
Y tras la identificación de dichas 'corrientes' de pensamiento, viene la identificación de sus 'responsables', claro está. Quienes son, qué intenciones tienen y qué impacto podrían llegar a tener en la sociedad, son los objetivos finales, junto con su supresión... siempre en caso que no interesen.
Identificar, identificar, identificar. Todos con el carné en la boca... o mejor con el código de barras en la frente y el router. Y si no lo tienes, no puedes hacer nada.
Sistema de Identidades Confiables, y la família Zuckerberg repitiendo hasta la saciedad que "el anonimato debe desaparecer". Como en los cuadernos de verano, simplemente hace falta unir los puntos que van apareciendo, y el dibujo se hace cada vez más claro. Y con la bendición del Presidente-Mesías y Premio Nobel de la Paz.
Todos delincuentes. Todos terroristas. Todos a la cárcel.
¿Alguien cree aún que no han entendido nada?
Vía | The Guardian Foto | Michael Baird