El estándar robots.txt (Estándar de Exclusión de Robots), un protocolo para prevenir que los contenidos en la Web sean incluídos en los índices de los buscadores de forma automática, no lo ha querido aplicar el director del BOE porque perjudicaría al principio democrático de la trasparencia que ha querido proteger.
Damos publicidad a disposiciones legales
No lo ve así la Agencia Española de Protección de Datos que ha dictado a los responsables del BOE la obligación de usar el robot txt para que los buscadores no puedan indexar determinados textos legales que afectan a datos personales.
Desde el BOE se replica que los buscadores pueden ignorar a los “robots” y advierten que su empleo crea un fichero de personas que han solicitado su cobertura informática, lo que genera otro tipo de visibilidad. La Agencia Española de Protección de Datos contesta que en el caso de que los buscadores ignoren este robot de bloqueo, la responsabilidad por la publicación del dato ya no sería del BOE sino del buscador y que la visibilidad del citado fichero es incomparablemente menor a la de aparecer en una búsqueda.
Fernando Pérez, director del BOE, explica que “en 2010 decidí no aplicar el robot txt. Desde entonces no se incluyó a nadie bajo esta supuesta protección. Obviamente, tras las resoluciones de la AEPD lo aplicaremos”. Pero advierte que en su oficina ha recibido peticiones para que el BOE oculte con el robot txt desde listas de becados para clases de inglés a composiciones de tribunales de oposiciones.
“Y cuando un nombre está en una lista, lo que se bloquea es toda la lista. ¿Cómo se salvaguarda en este caso el derecho de una persona a tener información sobre los resultados de un acto administrativo si ha de ocultarse a los buscadores?”, se pregunta el director del BOE, claro derrotado en la disputa con la Agencia Española de Protección de Datos que dirige (ver BOE) José Luis Rodríguez Álvarez, hasta hace dos semanas director del Gabinete del Ministro de Justicia, Francisco Caamaño. Así como gerente de la Fundación Democracia y Derecho Local entre los años 2002 y 2004.
Pero el director del BOE, que acata pero no se calla, insiste en que los robots txt no son efectivos porque es un protocolo informático pensado para facilitar a los buscadores que no rastreen textos irrelevantes o duplicados.
Que los buscadores no publiquen un texto protegido por un robot txt es únicamente resultado de un pacto de caballeros porque técnicamente pueden obviar el bloqueo.
Pérez considera que alternativas como la conversión de un texto en imagen, algo que hace la Comunidad de Madrid, tampoco resuelven el problema, ya que los buscadores pueden aplicar programas de reconocimiento óptico de caracteres y convertirla y tratarla como texto.
Nosotros no publicamos ficheros personales. Damos publicidad a disposiciones legales. Son los buscadores los que dan a esta información un carácter personal y la presentan como tal cuando, por ejemplo, se busca el nombre de una persona.
Desde Google ya expresaron su contrariedad por las exigencias del gobierno español para que contribuya a “esconder” el material publicado por otros y que además en el caso del BOE es un contenido abierto y de libre acceso, que su director, pensaba, que era bueno publicitar o hacer más accesible.
Vía | El País