Muchos consumidores se quejan de la velocidad y la estabilidad de las conexiones. Se quejan de que pagaron y no recibieron el servicio pagado. En muchos casos, los consumidores recibieron sólo el 10% de la velocidad de Internet que habían contratado con las empresas que prestan este servicio
Quien habla así es la presidenta brasileña Dilma Rousseff. Son palabras pronunciadas en su programa semanal Café com a Presidenta y que le han servido para anunciar que "supervisará" los servicios de internet ofrecidos por las empresas privadas a los consumidores.
"Supervisar significa garantizar la protección necesaria al consumidor contra los malos servicios, asegurar el estricto cumplimiento de lo contratado y pagado por ello. Sólo entonces el consumidor va a tener sus derechos respetados", explica Rousseff.
El decreto presidencial para evaluar los servicios de internet ofrecidos por las operadoras insta a la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) a medir la velocidad y la estabilidad de las conexiones contratadas por los consumidores en todo el país.
La evaluación y medición de la velocidad de conexión será comprobada por consumidores voluntarios con equipos suministrados por la entidad estatal. Los datos recogidos serán liberados mensualmente por el regulador estatal y servirá para evaluar si las empresas están cumpliendo con los objetivos de calidad establecidos. En caso de incumplimiento, el organismo podrá establecer plazos para resolver el problema, imponer multas o incluso expulsar del mercado a los defraudadores.
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