El organismo europeo que agrupa a los reguladores de telecomunicaciones de la UE (BEREC) ha mostrado su inquietud en un contundente comunicado (pdf) por el impacto que algunas iniciativas legislativas nacionales pueden tener en la eficacia de las funciones reguladoras del sector de las telecomunicaciones y en su independencia.
Se refiere, claro, a las iniciativas gubernamentales para traspasar las competencias regulatorias que deberían realizar autoridades independientes a los gobiernos. Esta "preocupante tendencia" choca con el espíritu de las directivas europeas y amenaza los resultados obtenidos por los reguladores bajo el actual marco institucional en lo que a la promoción de la competencia y protección del consumidor, advierte el organismo europeo que representa a los reguladores del sector de las telecomunicaciones.
El BEREC también recuerda que los Estados miembros (de la UE) están obligados a garantizar que los reguladores dispongan de los recursos necesarios, financieros y humanos, para llevar a cabo sus tareas de forma adecuada.
El BEREC hace un llamamiento a la Comisión Europea para que ponga freno a cualquier medida nacional que, en clara oposición a los objetivos establecidos por las Directivas europeas, pueda socavar la capacidad de independencia de las autoridades reguladoras para llevar a cabo sus funciones de regulación efectiva.
Esa interferencia (gubernamental) en la ejecución eficiente de las tareas de los reguladores a través de la erosión de sus poderes, competencias o recursos, pone en peligro el funcionamiento eficaz de los mercados nacionales y finalmente el mercado único
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