La jornada laboral de cuatro días es un concepto muy de moda. No es para menos: muchas empresas y trabajadores buscan nuevas formas de trabajo que agoten menos y que nos ayuden a vivir mejor, mientras mantenemos la productividad. En el mundo se han llevado a cabo proyectos piloto de diferente formas y ya tenemos conclusiones de lo sucedido en Valencia y en Reino Unido. En España hay empresas a la espera de poder hacerlo.
Hoy vamos a recordar cómo fueron las pruebas en Bélgica que tienen una particularidad frente a otros proyectos. El país europeo redujo los días de trabajo pero no las horas, y decidió "estrujar" 40 horas semanales en cuatro días, lo que hace una media de 10 horas de trabajo diarias.
Algo muy diferente de lo que defiende la organización 4 Day Week Global, muy activa y que anima a probar esta jornada, pero con menos horas a la semana y el mismo sueldo.
Hay que recordar que Telefónica, en España, probó algo similar en el año 2022 y mucha gente pasó de unirse a la prueba. Y es que los empleados que quisieran reducir su jornada a cuatro días iban a cobrar menos, y no está siempre la vida en muchas ciudades, como para tener menos ingresos.
Un año de pruebas
Cabe recordar este experimento porque Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular en España, se ha pronunciado muy poco sobre la semana de cuatro días, pero cuando lo ha hecho, ha abogado por que las horas se mantengan.
En noviembre del 2022 fue cuando Bélgica aprobó la posibilidad de que las empresas implementaran jornadas laborales de cuatro días. Un año después, en un informe publicado, se ha visto que muy pocos son los trabajadores que quisieron aceptar la jornada laboral de cuatro días.
Según una encuesta realizada por la empresa de servicios de recursos humanos Acerta, solo el 0,8% de los empleados belgas aceptaron la semana laboral de cuatro días a tiempo completo desde el Acuerdo Laboral de 2022. Esto equivale a uno de cada 130 trabajadores a tiempo completo. Hace unos días publicaba Brussels Times que ahora, dos años después, la cifra cae incluso más: al 0,75% del total de trabajadores que se han unido a la 'novedad', según nuevas investigaciones de Acerta.
Según las condiciones impuestas en el país europeo, los empleados trabajan 9,5 horas al día durante una semana laboral de 38 horas o 10 horas al día durante una semana laboral de 40 horas.
Conclusiones de una jornada laboral tan intensa
La misma encuesta afirma que, entre quienes han optado por la semana laboral más corta, el 77,6% lo hizo para tener más espacio para su vida privada, el 36,5% para reducir su carga de trabajo y el 29,3% para pasar más tiempo con sus hijos.
En cuanto a las empresas, el estudio concluye que las pequeñas y medianas empresas siguieron siendo escépticas, y que las grandes empresas se mostraron más dispuestas a adoptar el sistema.
Aun así, parece que para atraer el talento joven, las empresas belgas deberían adaptarse a las novedades y es que casi la mitad de la gente de entre 20 y 30 años de Bélgica dice que prefieren no trabajar la tradicional semana laboral de cinco días.
"La flexibilidad en el lugar de trabajo nunca ha sido tan importante como ahora. El mismo método de trabajo ya no funciona para todos, las empresas deben ser conscientes de ello", escribe en el informe la experta de Acerta, Annelies Bries.
Como recuerdan desde 4 Day Work Week, la mayor entidad que aboga por estos cambios, en Bélgica "se espera que los trabajadores mantengan la misma cantidad de horas, pero ahora tienen la opción de trabajar cuatro días de diez horas. Los trabajadores pueden solicitar a sus empleadores un período de prueba de seis meses de la semana laboral de cuatro días, después del cual pueden optar por volver a la semana laboral tradicional de cinco días si lo prefieren". Es decir, que en la actualidad aún se pueden unir a las pruebas.
Imagen | Foto de Patrick C. Freyer en Unsplash
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