Si bien es cierto que la mayoría podemos hacernos una ligera idea de las incomodidades a las que se ven sometidas las personas que padecen algún tipo de discapacidad visual, lo cierto es que pocos somos conscientes de cómo estos individuos se desenvuelven en determinados entornos y actividades.
Es el caso de la navegación por Internet, un acceso sin el que muchos seríamos incapaces de “vivir” y que Facebook y otras plataformas tratan de poner más fácil. Pero, ¿en qué consisten estas iniciativas? ¿Cómo lo logran exactamente? ¿De qué herramientas se valen? Analizamos el contexto actual y les preguntamos a algunos de ellos.
Nuestro punto de partida
Así, hace unas horas Facebook ha confirmado una utilidad que dio a conocer el mes pasado: un servicio capaz de describir y leer los subtítulos de las fotografías a los usuarios ciegos. Algo muy útil -especialmente si tenemos en cuenta que los habituales de su plataforma suben unos 350 millones de imágenes al día- que la entidad resuelve de la mano de un sistema de inteligencia artificial de reconoce los diferentes elementos de la captura.
“Una solución que permitirá a los ciegos unirse a conversaciones en las que anteriormente se les había dejado fuera”, ha comentado Matt King, especialista de esta área de la red social. En concreto, la aplicación puede identificar unos 100 elementos con una precisión de entre el 80 y 90% y se comunica en inglés. Eso sí, sus desarrolladores pretenden ampliar el catálogo de conceptos e idiomas progresivamente.
Sin embargo, la iniciativa de la red de Zuckerberg no es única en su especie sino que a mediados del mes pasado, la Wikipedia anunció que estaba trabajando en un motor de búsquedas específico para las personas con discapacidad visual: Wikispeech. Un sistema que les permitirá encontrar respuestas con mayor precisión y que, si bien empezará a funcionar en sueco, inglés y árabe, se expandirá hasta a 280 idiomas más antes de septiembre del año que viene.
Una apuesta interesante que se vale de otros servicios como Google Fotos y que trata de beneficiar al 25% de sus usuarios y para cuyo desarrollo la entidad se ha asociado con investigadores del Instituto de Tecnología KTH de Suecia. Su finalidad no es otra que la de crear el primer sistema de voz mundial desarrollado bajo un programa de crowdsourcing. El servicio, que también cuenta con la colaboración de la Swedish Post and Telecom Authority (PTS) y la STTS –especialista en sistemas tecnológicos para el habla-.
Qué dicen ellos
Sin embargo y a pesar de los progresos parece que todavía queda mucho por hacer en este ámbito. Para que podamos hacernos una idea, Jonathan Armengol y aficionado a la tecnología, nos cuenta cómo emplea Internet. Una experiencia para la que se vale de un MAC y de Safari, que utiliza desde para leer un periódico hasta sacar una entrada o buscar información.
“La navegación es bastante distinta, mucho más lenta, que para una persona que ve, porque para la que no lo hace se ve obligada a leer la página completa y depende mucho de su desarrollo”, comenta. “No tienes una visión global en ningún momento […] me lo tengo que tragar todo de cabo a rabo y no me lo puedo saltar hasta que el ordenador empieza a hablar”.
"Es viable y es posible navegar por Internet pero procuramos evitarlo en la medida de lo posible porque es un coñazo […] aunque comparativamente a lo que era antes con Flash al menos tenemos esa posibilidad”, remata. Un hecho que todavía complica más la falta de adaptación de muchas webs, a la que Armengol se refiere indignado, especialmente si tienen que ver con bancos, pues “solo el 20% son accesibles y en los que sacar dinero o llevar a cabo cualquier trámite puede complicarse”.
El trabajo es otro de los ámbitos en los que la falta de adaptación de los puestos puede conllevar ciertos inconvenientes, incluso para aquellos que cuentan con un 44% de discapacidad visual. Es el caso de Goyita Martín que, a pesar de trabajar en Tesorería, sus problemas de visión le llegaron a suponerle ciertas limitaciones. Unos problemas cuya solución radicó siempre en el agrandamiento de las letras y en la elaboración de una versión del programa que utilizaban con los caracteres de mayor tamaño.
Una petición que tuvo que llevar a cabo ella misma pues, tal y como se refiere y en términos generales, existe un gran desconocimiento al respecto. “Me valía de una lupa y de una pantalla agrandada, que para cualquier otra persona resultaría complicada de usar”, comenta. “Y eso que todavía tengo algo de visión”. Obviamente esta iniciativa no puede más que considerarse como un precario parche.
No existe consenso
En todo caso, no todos están de acuerdo (algo que hemos podido comprobar tras el aluvión de críticas recibidas a través de redes sociales). Al respecto, José María Ortiz, bloguero y asesor de accesibilidad web y móvil, comenta que el acceso a internet ha abierto muchas puertas a las personas ciegas, "como poder hacer la compra online en un supermercado". También añade que "hay mucha gente haciendo esfuerzos para que esto cambie".
De esta manera, existen herramientas como Apple VoiceOver -una prestación que te detalla todo lo que aparece en la pantalla del ordenador y te va guiando a la hora de seleccionar una opción determinada en el menú, activar un botón en el teclado, etcétera-. El servicio tiene otras ventajas como que es compatible con dispositivos braille electrónicos y que cuenta con un panel para favorecer la interacción entre los usuarios no invidentes y los que sí lo son; un rasgo que es posible aprovechar en el ámbito doméstico como el empresarial y educativo. Se encuentra disponible en más de 30 idiomas distintos. Jaws y Nva actúan de manera similar.
Asimismo y respecto a este tipo de utilidades, Halena Rojas comenta que "los usuarios que interactúan a través de un lector de pantalla no están obligados a escuchar toda una web para acceder al contenido de la misma. Dichas herramientas cuentan con atajos de teclas que facilitan la navegación y permiten acceder a diferentes zonas de la web [...] Debido al ruido que puede ocasionar escuchar el motor de voz durante la carga de una web, lo más frecuente es detener la verbalización y luego intentar ubicar encabezados, listas o listar enlaces".
La bloguera también explica que "la rapidez con que una persona interactúa con una página web, no depende de la ceguera o la visión. De hecho, al no necesitar ver la web, mediante el teclado una persona ciega puede acceder más rápidamente a un sitio determinado de una web, que aquel que debe visualizar dónde quiere ir para luego acceder pulsando".
Las apps
Sin embargo y más allá de la navegación en sí misma, un amplio abanico reconoce que el avance y desarrollo de las apps ha supuesto grandes mejoras. De hecho, Armengol las emplea diariamente. Y no nos estamos refiriendo a aplicaciones específicas únicamente, sino también a aquellas que empleamos todos y que resultan accesibles para este colectivo.
“Yo hasta hace poco solo podía llegar a los sitios preguntando”, asegura, “ahora puedo usar una aplicación que se llama Lazzus, que te va ubicando”. La herramienta “es una mezcla entre el GPS y los acelerómetros, no ve por la cámara, pero me sirve para encontrar los sitios”, añade. “No puedes hacerte una idea de cómo de complicado puede hacerse algo tan sencillo como encontrar un Zara para recoger un pantalón”.
En concreto, Lazzus funciona usando la posición GPS del móvil y su brújula para generar un campo de visión sobre el que proporciona información auditiva, dotando al usuario del contexto que no puede ver y ofreciéndole mayor independencia.
Pero no es la única que usa; “si vieras mi móvil fliparías, tengo más de 100 apps”, comenta. Entre ellas se cuela también Moovit, una aplicación para el transporte público interurbano. De hecho ha sido solo hace unas semanas cuando ha estrenado la compatibilidad con VoiceOver y TalkBack, dos funciones que mejoran la experiencia de estas personas y les permiten escuchar diferentes sonidos que les guiarán a la hora de navegar por la app.
Unas prestaciones muy útiles, sobre todo si tenemos en cuenta que no siempre el anuncio del metro que indica la próxima parada está en lo cierto. La de la EMT de Madrid también es otra de sus habituales, que emplea con fines parecidos. Para el interior de su domicilio se decanta por Seeing Assistant Home, capaz de identificar las fuentes de luz, colores, generar códigos de barras, escanearlos y guardarlos; entre otros.TapTapSee es otra a las que se refiere.
En su iPhone también tienen cabida Skype, WhatsApp, Evernote, Fantasticam, mapas Apple, movies y hasta Netflix. Sí has leído bien, porque a pesar de que la televisión carece de atractivo alguno para Jonathan, esta última herramienta le resulta sencilla de usar y le mantiene “enganchado”. Un descubrimiento que comenta con agrado.
Respecto a la accesibilidad de otras no presentes en su lista, Armengol recalca que él se decanta por escribirle a los desarrolladores, “la gente no lo adapta automáticamente aunque puedes obtener todo tipo de respuestas”. De hecho, critica de manera particular la de Philips “me he gastado 300 euros en lámparas de Philips y me encantaría metérselas por el c*** a su presidente, porque no puedo encenderlas desde la aplicación”.
Otros proyectos y herramientas
Por otra parte, y fuera de nuestras fronteras nos topamos con Wayfindr, desarrollada, ni más ni menos, que por la Royal London Society for Blind People (RLSB) y UsTwo. Una herramienta basada en la colocación estratégica de una serie de etiquetas o carteles bluetooth en las paredes del metro, un sistema que lleva las correspondientes instrucciones al móvil del usuario y que está pensado para guiarle como lo haría cualquier GPS.
Siemens también tiene su propio proyecto al respecto: InMoBS. Una iniciativa que permitirá a las personas con discapacidad visual moverse por la urbe con más confianza y seguridad. ¿Cómo? Mediante una app móvil que les guiará en sus desplazamientos y que interpreta los datos de su posición pero también otros transmitidos por el control del tráfico y otros elementos urbanos que no tardarán en estar conectados en un futuro no muy lejano.
De hecho, actualmente ya se ha probado en varias ciudades alemanas, donde se ha recabado información procedente de las señales de tráfico y los vehículos conectados. La herramienta, asimismo, funciona mediante vibraciones y sonidos, que alertarán al sujeto de posibles vehículos, semáforos, etcétera.
Volviendo a nuestro punto de partida y ya en 2012, la ONCE denunció la baja accesibilidad de las redes sociales, un hecho que dio lugar a una propuesta de la Universidad de Granada que permite adaptar la comunidad virtual de Zuckerberg a las personas con discapacidad visual. Eso sí, se encuentra centrada en la reducción del tiempo empleado para determinadas tareas y demás.
Otras herramientas pensadas para los usuarios ciegos son las redes sociales específicas, como Blindworlds, en la que incluso puedes establecer unas opciones de accesibilidad. Una comunidad pensada para ellos que nació bajo “la vocación de prestar un servicio a la sociedad, y especialmente a las personas con problemas de discapacidad física, y fundamentalmente a aquellas con discapacidad visual, para facilitar con esta herramienta el acceso a la información”.
Evidentemente, en ella tienen cabida toda clase de usuarios, y pueden publicarse un gran abanico de archivos, mensajes de audio, enlaces con su correspondiente título y descripción , textos de 140 caracteres y otras opciones como elegir amigos, invitarlos a usarla, etcétera.
Imágenes | Pixabay
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