Microsoft está dispuesto a que todo lo que rodea a Windows 8 huela a nuevo, aunque sea con algo tan nimio como cambiar el nombre a uno de los programas principales del sistema, siendo la funcionalidad la misma. Este es el caso de Windows Explorer, que cambia su nombre por File Explorer.
Confío en que esta sorpresa no sea una de las grandes sorpresas anunciadas por el fabricante del sistema operativo para la próxima versión, Release to Manufacturing (RTM), que estará disponible antes del lanzamiento final.
Cambio, que no sorpresa, es la prevista desaparición en Windows RTM de Aero Glass, para deleite de unos, contrariedad para otros y reducción de consumo de recursos para un sistema que piensa en tablet.
Estos cambios de maquillaje no son nuevos en la política de Microsoft. En las primeras versiones de Windows, teníamos el File Manager para la gestión de archivos y carpetas, renombrado en Windows 95 como Windows Explorer, nombre que ha mantenido hasta Windows 7. La única ventaja que le veo al cambio es la armonización de nombres: File Explorer, Internet Explorer. Y nada más.
Vía | The Verge