Hoy vamos a hablar de Windows 7 Starter, la edición más limitada de Windows 7. El auge de los ultraportátiles ha tenido profundas consecuencias no solo para los fabricantes de ordenadores, que han tenido que adaptarse y crear un segmento de mercado con ordenadores baratos, sino también para los fabricantes de sistemas operativos, como Microsoft, cuyos planes se han visto torcidos pero este tipo de portátiles.
Y es que los ultraportátiles le han dado una segunda vida a Windows XP, un sistema operativo que Microsoft querría haber sustituido ya hace tiempo por Vista, pero que se ha revelado como ideal para estos ordenadores, por sus menores requerimientos de hardware, su funcionamiento estable y su buena compatibilidad, además de un interfaz ya conocido por los usuarios.
Así, a pesar de los intentos de algunos fabricantes por vender ultraportátiles con Windows Vista, ha sido XP el que se ha llevado el gato al agua, superando también a las distintas versiones de Linux con las que muchos ultraportátiles se pueden adquirir. De hecho, fue Linux el primer sistema que se ofrecía con el Asus Eee.
El ajustado precio de este tipo de equipos hizo que Linux fuera la alternativa más razonable para instalar en ellos, pues evitaba el pago de licencias a Microsoft. Pero el gigante de Redmond reaccionó disminuyendo el precio de esas licencias. Los rumores apuntan a unos 15 dólares por cada Windows XP instalado en estos ordenadores, aunque Microsoft no ha querido confirmar estos datos.
En la parte negativa, las restricciones que se imponen para conseguir este precio han lastrado el desarrollo de una gama que ha crecido de manera exponencial en poco más de un año, pero que lo podía haber hecho mucho más. Y es que Microsoft solo permite que se instalen estas licencias baratas en ordenadores con 1 GB o menos de RAM y con un máximo de 160 GB de disco duro.
En caso de superar estos límites hay que irse a Windows Vista, aumentando el coste total del equipo no solo por el precio de la licencia, sino también por unas mayores necesidades de hardware. Por tanto, la mayoría de fabricantes ha preferido no superarlos y desarrollar otros campos de sus ordenadores.
Con la próxima salida de Windows 7, Microsoft confirmó que se ofrecerían diversas versiones de su sistema operativo, una de ellas, Windows 7 Starter, especialmente enfocada a ultraportátiles, con un coste por licencia más reducido pero con una serie importante de limitaciones.
La más importante es la imposibilidad de ejecutar más de 3 aplicaciones al mismo tiempo. Con ello quieren mantener el bajo precio de los ultraportátiles pero también la capacidad de obtener más dinero por las licencias. Y es que los usuarios podrán pagar un extra para disponer de una versión completa sin estas limitaciones.
Windows 7 Starter
Muchos fabricantes están preocupados por el impacto que pueda tener esto en sus ventas, puesto que puede resultar difícil convencer a los clientes de que 3 aplicaciones abiertas al mismo tiempo son suficientes. No me extraña, ahora mismo tengo seis aplicaciones abiertas en mi escritorio, y no estoy haciendo nada más que navegar y escribir.
Reproductores de audio, navegadores, una aplicación ofimática, un cliente de correo,... ¿Me estás diciendo que solo puedo abrir tres de ellas al mismo tiempo? Evidentemente, con el salto a la nube el navegador será una de las fijas, pero esto nos lleva a la independencia del sistema operativo.
Y es que si la gran mayoría de mis aplicaciones se ejecutan dentro del navegador, ¿qué me importa cual sea el sistema operativo que corra por debajo? Mientras me permita ejecutar las tareas básicas como la reproducción de música, incluya un cliente de mensajería y un editor de textos me basta y me sobra. Y para muchos otros usuarios la situación será similar.
Evidentemente, estamos hablando de ultraportátiles, enfocados a ser nuestro segundo ordenador, no el principal. Aquí es donde Linux puede tener su segunda oportunidad en este campo, tras no haberlo conseguido en una primera hornada. Ahora pueden ser los fabricantes los que apuesten más fuerte por este sistema operativo con tal de reducir el precio final, sobre todo en un entorno de crisis económica. Una reducción de 15 dólares del precio final puede suponer una importante diferencia en ventas frente a los rivales.
El desarrollo de ultraportátiles con procesadores ARM, es decir con arquitecturas distintas a x86 y, por tanto, no compatibles con las versiones de escritorio de Windows, también puede ser un paso importante para Linux. Estos ordenadores pueden no solo reducir el precio sino también aumentar la autonomía de los ordenadores, haciéndolos más atractivos para los usuarios.
En este entorno, Linux es la opción más adecuada, pues ofrece un interfaz más que usable y muy familiar para la mayoría de usuarios, además de una gran cantidad de aplicaciones disponibles, no solo de manera gratuita, sino con un entorno de instalación muy intuitivo, gracias a las herramientas de las que disponen muchas distribuciones.
Frente a esto, ¿tiene futuro Windows 7 Starter? Sinceramente, creo que no, y los fabricantes tendrán que buscar otras opciones, que dependerán de lo que exijan los clientes, o bien la versión completa de Windows 7 o bien sistemas operativos alternativos. La batalla está servida y promete ser interesante de contemplar.
Más información | WSJ.
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