Vamos a la tercera entrega de nuestra serie de clásicos del software en Genbeta. Hoy le toca el turno a Windows 3.1, el que podríamos considerar el primer Windows de verdad.
Windows era el intento de Microsoft de llevar las interfaces gráficas a los ordenadores. La evolución de MS-DOS, el paso de los comandos al ratón y las conocidas ventanas. El primer Windows salió a la venta en 1985.
Windows 1 y Windows 2, los predecesores fracasados de Windows 3.1
Antes de Windows 3.1, Microsoft lanzó dos versiones de su interfaz gráfica. La primera fue Windows 1. Por no venir, no venía ni siquiera con iconos para los ejecutables. Eso sí, traía la primera versión del archiconocido Paint, que se ha mantenido en Windows hasta nuestros días.
La siguiente versión mayor fue Windows 2, lanzada en 1987, que traía cosas como las ventanas superpuestas y nuevas aplicaciones gráficas como Word y Excel. Ni esta versión ni Windows 1 tuvieron demasiado éxito, y por eso no se suelen tener demasiado en cuenta en la historia de Windows.
Windows 3.0 llegó en 1990 con bastantes mejoras respecto a Windows 2. Tampoco tuvo un éxito desmesurado ya que fallaba con demasiada frecuencia, pero sentó las bases de su sucesor Windows 3.1, que sí tendría mucho más éxito.
Y llegó Windows 3.1, el primer Windows serio
Windows 3.1 fue la primera versión verdaderamente usable de Windows. Traía perlas como el administrador de tareas y de archivos, una interfaz más agradable y más rapidez.
Esta versión de Windows necesitaba un procesador 8086/8088 o mejor con una velocidad de al menos 10 Mhz, una RAM de 64 KB y 7 MB de disco duro. Para que os hagáis una idea, con un ordenador actual podríais ejecutar 64 sistemas Windows 3.1 al mismo tiempo.
Visto desde lejos, Windows 3.1 no era ninguna maravilla.No tenía barra de tareas, las aplicaciones que abrías se quedaban como iconos en el escritorio, y cambiar entre ellas no era muy cómodo que digamos. Tampoco había un menú de inicio, sólo una ventana con carpetas que contenían las aplicaciones (el famoso Program Manager).
Pero claro, eso es visto desde una perspectiva actual. Cuando salió Windows 3.1 era un buen sistema: podías arrastrar y soltar iconos, poner una ventana debajo de otra, tener varias aplicaciones a la vez… Alcanzó una gran popularidad, bastante más que sus predecesores.
Microsoft también se encargó de nutrirlo con aplicaciones útiles. Video for Windows (y con él el formato AVI) llegaba en 1992, aprovechando las capacidades multimedia de Windows 3.1. También estaban Word, Excel y el navegador Internet Explorer, que hizo su primera aparición en este sistema.
Mi primer contacto con la informática fue con Windows 3.1. Fue el primer ordenador que entró en mi casa, un cacharro no muy grande, pero que hacía tanto ruido que parecía que iba a comerse la casa si desviabas la vista. El ordenador vino sin nada, y fue mi padre quien instaló el sistema. Un disco, otro disco, otro… No se me olvidará el “roc-roc” de la disquetera leyendo mientras tragaba cada uno de los siete discos de instalación.
Yo no tenía mucha capacidad por aquel entonces para juzgar si era un sistema bueno o no. Yo solo sabía que con eso podía jugar al solitario y al buscaminas (juegos que no fueron modificados hasta Windows XP, si no me equivoco) y a algún otro juego que tuviese por ahí. Aquí es obligatorio mencionar al Prince of Persia, que yo tenía en un disquete de 5¼, y al que imagino que habrá jugado casi todo el mundo.
El legado de Windows 3.1
Como no podía ser de otra forma, Windows 3.1 ha dejado una huella importante en las siguientes versiones de Windows. El tipo de letra, por ejemplo, apenas ha sufrido algunos retoques (si hablamos de Windows 7 el cambio es bastante más grande). El reloj de 3.1, que era una aplicación entera, se ha usado en el calendario de la barra de tareas hasta Windows 2000, si mal no recuerdo.
En las versiones actuales de Windows, podéis cerrar una aplicación haciendo doble clic en su icono, en la esquina superior izquierda. ¿Sabéis por qué está ahí? Precisamente porque en 3.1, las ventanas se cerraban haciendo doble clic en un botón situado ahí mismo.
A Windows 3.1 le costó morir
La siguiente versión de Windows, Windows 95, saldría en 1995 sustituyendo a la 3.1. Sin embargo, Microsoft tardó mucho en acabar del todo con esta versión. En 2001 se dejó de dar soporte a Windows 3.1 (y a todas las versiones de Windows de 16 bits). Sin embargo, se siguieron vendiendo licencias en dispositivos incrustados hasta 2008.
De hecho, por esas fechas dos operadoras de aviones, Virgin y Qantas, lo usaban como sistema de entretenimiento en los aviones, y estoy seguro de que todavía queda algún cajero o ordenador incrustado por ahí con Windows 3.1.
Hasta aquí esta entrega de los clásicos del software en Genbeta. En la siguiente, mi compañero F.Manuel os hablará de las primeras distribuciones Linux. Pero mientras podéis compartir en los comentarios vuestras experiencias con Windows 3.1.
Imagen | Benny’s Ling Bling
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