Desde que Microsoft empezó a lanzar las versiones preliminares de Windows 11 hace unos meses, han sido numerosos los usuarios que han querido probar el nuevo sistema operativo de forma segura en máquinas virtuales, recurriendo a software como VMWare Workstation, Hyper-V, QUEMU, Parallels u Oracle VirtualBox.
También eran muchos los usuarios que estaban recurriendo a este sistema como forma de sortear los polémicos (y cambiantes) criterios de Microsoft sobre los requisitos de hardware de Windows 11, confiando en que la virtualización les permitiría usar este SO en máquinas que no permitirían instalarlo.
Y, de hecho, hasta ahora eso ha sido posible. Pero los participantes del programa Insider se han encontrado con que las últimas compilaciones de los canales Beta y Dev de Windows 11 ya no podían instalarse en algunas máquinas virtuales; concretamente en las creadas con el popular VirtualBox.
El motivo, confirmado por el propio Brandon LeBlanc, uno de los responsables del programa Insider de Microsoft, es que a partir de ahora los requisitos de Windows 11 para ejecutarse en máquinas virtuales se han equiparado a las del hardware real, y eso obliga a que el software sea capaz de virtualizar todos los elementos de hardware requeridos, incluyendo el famoso TPM.
Según hacía público el blog corporativo de Windows tras el lanzamiento de la última actualización de Windows 11,
"Las máquinas virtuales creadas con anterioridad [a este cambio] que estén ejecutando compilaciones de Insider Preview pueden no actualizarse a las últimas compilaciones".
De hecho, los usuarios que lo han intentado hasta ahora se han encontrado con mensajes como el siguiente, avisando del incumplimiento de alguno de los requisitos:
Oracle promete una solución, pero parcial y sin fecha
Y Oracle VirtualBox, al contrario que el resto de sus competidores, no es capaz de virtualizar este elemento de hardware, por lo que los usuarios que estaban usando hasta ahora Windows 11 gracias a este programa no podrán seguir actualizando sus máquinas virtuales hasta nueva orden.
Por fortuna, Oracle ha confirmado que ya están trabajando para solucionar esto… a medias: sus esfuerzos no se centran por ahora en virtualizar el TPM, sino en crear un driver que permita que la máquina virtual haga uso del TPM de la máquina física (como ya ocurre, por ejemplo, con las unidades de almacenamiento externas).
Esto significa que los usuarios que apostaron por VirtualBox por carecer de TPM deberán recurrir a otra alternativa para poder seguir usando su Windows 11 virtualizado. E, incluso si cuentan con ese elemento de hardware, no está claro que Oracle vaya a poder lanzar su driver a tiempo para el lanzamiento final de Windows 11.
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