La tasa de refresco de las pantallas siempre ha sido un aspecto muy importante de la experiencia de usuario en el sistema, hasta el punto de que durante mucho tiempo, había pantallas 4K a 30 Hz que no se recomendaban. Últimamente, es un apartado que está ganando más relevancia para todos los usuarios, pues las pantallas de alta tasa de frecuencia están llegando a manos del público masivo en smartphones.
En equipos de sobremesa, pasar de 60 Hz es una cosa que sigue estando, sobre todo, destinada a monitores gaming, pero Microsoft está trabajando para permitir cambiar la tasa de refresco desde Windows 10. De hecho, es una opción que ya ofrece en el sistema, aunque de momento, solamente destinadas a intalaciones para Insiders del Canal Dev, en la Build 20236.
Un cambio para una nueva era
Hasta ahora, que Windows 10 no contara con este ajuste desde su configuración no era dramático, pero sí algo tedioso, porque a diferencia de lo que ocurre en macOS y en otros sistemas, para cambiar la tasa de refresco había que recurrir a los ajustes dedicados de la tarjeta gráfica.
Con el nuevo cambio que Microsoft va a llevar a cabo en el sistema, será tan fácil como ir a "Configuración > Sistema > Pantalla > Configuración de pantalla avanzada", y cambiarla desde el apartado "Tasa de refresco". En él, se puede leer el texto "Elige la tasa de refresco para tu pantalla. Una tasa de refresco más alta proporciona movimiento más suave, pero también utiliza más energía".
En este sentido, la función se agradecerá sobre todo en portátiles, que es donde más relevancia tiene la eficiencia energética por depender de la batería. El equipo en el que se ha probado la función es una Surface Pro X (2020), algo que se puede comprobar por su GPU Microsoft SQ2 Adreno 690, que forma parte del SoC ARM en que los de Redmond han colaborado con Qualcomm.
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