Que Windows 8 traería novedades en cuanto al sistema de archivos era algo que ya sabíamos desde junio, cuando aquel misterioso Protogon apareció de entre las sombras resucitando la figura de WinFS. Más adelante se nos habló de ReFS, un sistema de archivos que poco tenía que ver con WinFS pero que también prometía bastante. Todo seguía en medio de una nube de rumores, dado que aún no se había confirmado nada.
Hasta hoy, que Microsoft ha publicado la información preliminar acerca de lo que llaman Storage Pools. Este tipo de entes (totalmente virtuales) estarán formadas no por uno, sino por varios discos duros, cuya capacidad combinaremos para crear una mayor, o una con redundancia de datos a través de varios (para aumentar la tolerancia a fallos de estos sistemas). A partir de esas storage pools crearemos espacios, que serán lo que nosotros podremos ver como “unidades”.
Podremos crear espacios de mayor capacidad a la del storage pool que la posee (por ejemplo, yo combino en una storage tres discos duros: un disco duro interno de 2TB, un disco duro externo de 1TB y otro disco duro externo, en esta ocasión por USB 3.0, de 320GB; es posible hacerlo, al igual que sería posible crear un espacio de 15TB con esos discos). ¿Por qué? Porque podríamos disponer de un mayor almacenamiento virtual sin tenerlo, e ir añadiendo los discos a medida que vayan siendo necesarios.
La verdadera gracia no es solo que podamos crear estos espacios virtuales con toda la capacidad que queramos, sino que además podremos configurarlos en las piscinas de almacenaje (ignoro cómo van a traducir ese concepto a nuestro idioma) con varios patrones de redundancia distintos, que elegiremos cuando lo creemos.
Es decir, por poner un ejemplo, podemos tener un espacio duplicado (existirán siempre al menos dos copias de todos los archivos de ese espacio) con documentos, y otro espacio “combinado” (el espacio combinado entre varios discos, con menos grado de redundacia) para almacenar, por ejemplo, vídeos o descargas. Y si un disco falla bastará con reemplazarlo y añadirlo a la storage pool: cuando Windows lo detecte hará todo lo que tiene que hacer.
La configuración de estos storage pools podría hacerse de dos formas: vía Powershell introduciendo unos determinados comandos, o bien vía Panel de Control de Windows, utilizando un asistente de los que estamos acostumbrados a ver. Es importante decir que no podemos añadir discos con datos a un storage pool sin perder los datos que contenía previamente.
También es importante decir que un disco que forme parte de una storage pool no podrá ser utilizado por otra versión de Windows ni por otros sistemas operativos, a pesar de que esta feature parece funcionar por encima de NTFS. Sí que podríamos, por otra parte, mover una storage pool de un PC a otro: sólo sería necesario mover todos los discos de un PC al nuevo.
Estos espacios en principio estarán disponibles en algunas ediciones de consumidor de Windows 8 (y no sólo en versiones de servidor), y podremos empezar a probarlos a partir de la beta. Este tipo de features son las que van a dar verdadera vida a un sistema operativo que, como vamos a ver, va a traer bastantes novedades interesantes.
Más información | Building Windows 8
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