Las estadísticas así lo demuestran, el interés por las versiones previas de Windows 8 es significativamente menor que el despertado por las correspondientes de Windows 7. Con un calendario de lanzamiento similar de versiones anteriores a la final, Windows 8 —de momento— no está atrayendo a los usuarios como lo hiciera Windows 7 en 2009.
El estudio de implantación de las versiones previas ha sido realizado por Net Applications. De los datos ofrecidos se desprende que sólo el 0,2% de los equipos que ejecutan Windows, tienen instalada alguna de las versiones previas ofrecidas por Microsoft. Cifra que contrasta con el 0,8% para las versiones previas de Windows 7. Estamos hablando de cuatro veces menos.
Comparando ahora con el número de equipos totales que estaban en línea en junio, las versiones previas de Windows 8 estaban presentes en el 0,18% de todas las máquinas, frente al 0,75% de las correspondientes a Windows 7 utilizando el mismo criterio.
Si se tienen en cuenta las fechas exactas de lanzamiento de cada versión previa para homogeneizar los datos, Windows 8 sigue por detrás aunque de forma menos acusada. En el primer mes completo después de cada lanzamiento en pruebas, las de Windows 7 superan en un factor de dos a tres a las de Windows 8.
Vía | Computerworld
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