Este es el truco que quien no conozca todavía, debe tener apuntado cerca.
Una de las mayores desilusiones cuando instalas un programa nuevo en Windows es que en la mayoría de casos te piden que reinicies el ordenador antes de empezar a usarlo, eso cuando no te lo reinician ellos solos. Es una perdida de tiempo que nunca me he parado a investigar si es necesario o no.
Ese pequeño problema tiene una solución igual de sencilla. Tan solo debemos matar el proceso explorer.exe siguiendo los pasos adecuados.
- Teclear la combinación de teclas CTRL+ALT+DELETE para mostrar el Administrador de Tareas de Windows.
- En la pestaña procesos, buscar explorer.exe y abriendo el menu contextual con el botón derecho del ratón, seleccionar Terminar Proceso y aceptar.
Lo primero que comprobarás es que la barra de tareas de Windows ha desaparecido. Para regresarla solo debemos escoger la opción Archivo >> Nueva Tarea y escribimos explorer.exe, aceptamos y ya tendremos de nuevo Windows funcionando correctamente sin necesidad de haber reiniciado el sistema.
Una última cosa: este truco solo funciona cuando el reinicio es solicitado por la instalación de software, no de hardware. En este caso si debes reiniciar el ordenador de la forma tradicional.
Vía | Tipmonkies.